PARIS
El Tribunal de Apelación de París se ha declarado competente para examinar la validez del polémico Contrato de Nuevo Empleo (CNE) rebatiendo, de ese modo, al Ministerio de Trabajo francés que mantenía que ese examen correspondía única y exclusivamente a las instancias judiciales administrativas. La decisión supone un fuerte revés para el Gobierno a quien interesa que sea la judicatura administrativa la que se encargue de la cuestión ya que el Consejo de Estado, máximo órgano en materia administrativa, validó el 19 de octubre del 2005 el modelo de contratación impulsado por el primer ministro Dominique de Villepin
La batalla judicial sobre el CNE, que es el hermano mayor del CPE (Contrato Primer Empleo), se inició el 28 de abril pasado cuando la Magistratura de trabajo de Longjumeau recalificó un contrato de ese tipo en indefinido.
El prefecto del Departamento de Essone recurrió el fallo y ahora el Tribunal de Apelación ha dado la razón a la Magistratura de Trabajo.
Convenios internacionales
El dictamen emitido ahora por el Tribunal de Apelación matiza que, aunque la separación de poderes prohíbe al juez del sistema judicial censurar los actos del Ejecutivo no le impide, en cambio, verificar si dichos actos son compatibles con las convenios internacionales.En este caso, se trataría de contrastar si la ordenanza gubernamental de aplicación del CNE, respeta las disposiciones de esos convenios.
Precisamente, la Magistratura de Longjumeau argumentó en su día que el CNE infringía el Convenio 158 de la Organización Internacional del Trabajo, convenio que fue ratificado por el Estado francés por lo que, en principio, es de obligado cumplimiento.
La Magistratura consideró «irracional» que un trabajador pueda ser despedido sin aducir razón o causa alguna para ello durante un periodo de dos años, cuestión ésta que vulnera según esa institución lo establecido en el mencionado convenio de la OIT.
Por su parte, el Tribunal Supremo todavía no se ha pronunciado sobre el CNE.