Observo que van apareciendo en los medios, casi al modo de champiñones, elementos críticos con la política de ZP. Elementos que antes le eran incondicionales. o casi.
Ayer en ‘‘Diario de Mallorca’’ y en ‘‘La Opinión’’, Carlos Carnicero habitual en las tribunas de prensa y hombre de acreditada cercanía al PSOE hablaba de lapresencia mediática de Arnaldo Otegi la lamentaba y aseguraba que «estamos asistiendo a la ocupación de un espacio en los medios de comunicación de las tesis del terrorismo que no tiene correlación con las manifestaciones del Gobierno. El presidente del Gobierno no suele hacer otros pronunciamientos que genéricos y vacuos para no precisar ninguna posición ni facilitar información sobre el estado actual de las cosas» pero le afeaba que «sin embargo, el presidente no ha tenido inconveniente en asegurar que el etarra De Juana Chaos apuesta por la paz. Esa precisión de José Luis Rodríguez Zapatero no puede dejar de alimentar la idea de que el cambio de criterio de la fiscalía, en relación con el proceso en el que el terrorista está inmerso, tendría relación con un acuerdo suscrito por él con el Gobierno».
A partir de ahí, surge la duda:«¿Significa esto que se han empezado a concertar medidas para suavizar los tratamientos judiciales de los etarras que apoyen el final dialogado de la violencia? Ha empezado, al menos, ese tipo de negociación sin informar de ello a la opinión pública». Eso le angustia.
Y por eso dice que «convendría consensuar si hay que hacer caso a las cosas que dice Otegi y sus compinches, si necesitan respuesta sus provocaciones y si todos los silencios del Gobierno son prudentes o tienen alguna dosis de condescendencia». No sé yo dónde observa tántos silencios...
Y decide entrar, al final, en la crítica directa:«Tal vez sería mejor el silencio total que las frases solemnes. Cuando dice el Gobierno que ‘pagarán caro’ los ladrones de armas, son sólo fuegos de artificio, porque la ley francesa es precisa con los delitos que significa el asalto a un polvorín. Convendría que el Gobierno precisara los términos en que este proceso de diálogo dejaría de ser posible, porque la sucesión de provocaciones sin respuesta está llenando el vaso de paciencia de la ciudadanía». Y por si eso fuera poco, «el presidente sólo ha hablado con detalle para echarle una mano a De Juana Chaos, pero no nos dice nada, más que lugares comunes, de su criterio sobre las amenazas de ETA». ¡Qué exagerado! msoroagara.net