Recibí con estupor la noticia de que el próximo día 20 de noviembre la Audiencia Nacional ha citado a declarar a Andoni Txasko y a Josu Ormaetxea por enaltecimiento del terrorismo.
Como comprenderás, tampoco ahora ni me voy a callar ni me voy a quedar impasible ante semejante aberración y abuso de poder continuados.
Fue una aberración y abuso de poder la actuación de la Ertzaintza de aquel día. Porque se emplearon brutalmente contra una expresión pacífica de protesta: una ikurriña con dos fotos.
La misma imagen que utilizaron los informativos de ETB1 y ETB2 el día 9 de marzo como soporte gráfico estático a la presentación de la noticia de las movilizaciones convocadas en protesta por la muerte de los dos militantes de ETA que aparecían en los retratos.
La misma imagen tuvo dos tratamientos diferenciados por tu Departamento. La cabeza de la manifestación del día 3 de marzo fue parada, peloteada, apaleada, y quienes portaban la ikurriña con fotografías duramente agredidos, detenidos, humillados y aislados de sus familias y amistades. La producción y redacción de los informativos señalados pudieron emplear esa misma imagen días más tarde y no ocurrió absolutamente nada. Como no ocurrió en muchas de las manifestaciones en las que se emplearon esas mismas imágenes.
Eso es una desigualdad en la aplicación de la norma, un abuso de poder y, en definitiva una aberración de la que tú, Txabi, eres uno de los responsables.
Pero esa aberración y abuso de poder no ha quedado en la humillación, en las heridas morales y físicas, en el descrédito personal de la gente agraviada. Ahora interviene la Audiencia Nacional, ésa que mucha gente, incluida mucha de tu propio partido, hemos calificado como heredera del famoso Tribunal de Orden Público franquista, gracias a las acusaciones del Departamento que tú diriges.
Te oí decir en la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento que la Ertzaintza había intervenido como lo hizo para defender el derecho de expresión de quienes inter- veníamos en aquella manifestación. Según esa lógica, ahora la Audiencia Nacional coge el relevo de vuestra defensa para que podamos continuar otros 30 años reclamando justicia por la aquella acción terrorista del Estado de 1976. Más cinismo no puede caber.
No se nos puede insultar más ni de peor manera a quienes año tras año comprobamos la impunidad de aquellos crímenes de Es-tado y de otros muchos, ante la pasividad de las instituciones.
A los pocos días de la brutal acción represiva de este pasado 3 de marzo, ejecutada por elementos de tu Departamento y en la que resulté herido por intentar racionalizar su irracionalidad, interpuse una queja al Ararteko. A finales de junio esta Institución me comunicaba que seguían intentando que tu Departamento diese una respuesta a los contenidos de mi queja. El pasado mes de septiembre me volvieron a comunicar que la respuesta de tu Departamento «no aborda debidamente las cuestiones que planteamos en nuestra petición», y que volvían a solicitar vuestra colaboración.
¿Entiendes ahora por qué llevamos 30 años intentando romper la impunidad de la acción del terrorismo de Estado del 3 de marzo de 1976? ¿Entiendes ahora por qué año a año, de cada uno de esos 30, se ha vinculado la exigencia de hacer justicia para aquello con la de hacer justicia para lo de ahora?
Con todo esto sólo pretendo rogarte que hagas lo que esté de tu mano para impedir que siga esta aberración adelante. Por mi parte, ya ves que voy a hacer lo posible para que sea así. -