El PP vascongado y la Ley de Extranjeria
Hace días el concejal del PP de Bilbo Antonio Basagoiti pedía la intervención de la Policía Nacional española en el barrio bilbaino de Bilbao la Vieja. Alegaba que en este barrio no se cumple la Ley de Extranjería y por eso es un lugar donde, según él, campan a sus anchas las «mafias de la inmigración». Iba un poco más lejos al manifestar que la Policía Municipal había pedido competencias y no había recibido respuesta, por lo que poco o nada podía hacer.
Indudablemente estamos ya dentro de una campaña sin límites mirando a las próximas elecciones municipales y el PP utiliza el manido argumento de la seguridad ciudadana para introducir sus propuestas racistas y fascistas. Siempre que el PP hace referencia a la inmigración extracomunitaria lo hace abordándola desde el aspecto represivo y policial. No se les ocurre nunca afrontar las causas de esta inmigración pues ello les llevaría a tener que afrontar así mismo un debate sobre el sistema económico imperante que tantas desigualdades genera entre países y que ellos, como partido de derechas, defienden a capa y espada. Tampoco se plantean que la negación de derechos a las y los inmigrantes extracomunitarios es la base para que puedan ser explotados por los sirvenguenzas de turno, llámense empresarios, mafiosos... y que ha sido históricamente la derecha quien ha ejercitado siempre, ahora también, ese papel de negación de derechos a personas y a pueblos.
Pero este caso raya lo inaudito. En principio tenemos que decir que la Policía Nacional española ya actúa en el barrio. Tiene personal de extranjería, de paisano, pululando por el mismo, aunque seguramente estén mas dedicados a recabar información sobre las actividades políticas que se desarrollan en el mismo que a su también vergonzosa labor de perseguir a los inmigrantes, que es lo que se esconde cuando se habla de las «mafias de la inmigración».
En segundo lugar, decir que no se le caen los anillos a dicho concejal cuando habla de las competencias sobre política de inmigración extracomunitaria. No creemos que sea casualidad que en un momento en cual se habla, dentro del proceso abierto en nuestro pueblo, de la capacidad de decidir del mismo, voceros del PP recuerden que la política de inmigración y extranjería nos es impuesta. El Gobierno vascongado no tiene competencias en la misma y son los dos estados en los cuales esta dividido nuestro pueblo quienes nos imponen sus leyes en la materia. Aquí quisiéramos ver y oír a quienes gestionan las leyes represivas de otros gobiernos alzar sus voces contra esta usurpación de competencias. Miran a otro lado. Eso sí, muchas ruedas de prensa con los inmigrantes procedentes del sur, mucho plan de inmigración bajo la Ley de Extranjería y mucho amén a lo que les mandan.
Pero nosotros y nosotras lo tenemos claro: el pueblo vasco se debe dotar de instrumentos en política de inmigración, sin injerencias. Debe acabar de una vez la negación de derechos a las y los inmigrantes extracomunitarios y deben articularse políticas de convivencia con estos colectivos que tanto aportan a la sociedad vasca. En cuanto a la policía nacional, alde hemendik.
Fernan Bilbao - Area de Migraciones y Diversidad de Batasuna
Homo sapiens sapiens
Por vez primera desde la extinción de los dinosaurios hay en el planeta alarmantes síntomas de deterioro ecológico, consecuencia directa de nuestra actuación como especie: Homo (supuestamente) sapiens sapiens. Sin duda el mayor exponente de lo que ocurre es la preocupante y acelerada extinción de especies. La supervivencia de nuestra tierra es cada día que pasa más incierta y apenas tenemos tiempo para salvar lo aún no destruido.
A pesar de auto apellidarnos (por dos veces) sapiens, a duras penas podemos intuir nuestro lugar en el contexto de un planeta dominado por una abrumadora biodiversidad. Pensamos que, como humanos, nuestra tecnología nos salvará de la quema y que nuestro paraíso económico crecerá eternamente.
Esta actitud de no querer ver los cada vez mayores problemas ambientales de nuestro planeta tiene raíces muy profundas, tanto sociales como políticas e ideológicas. La falta de participación democrática en el terreno económico es la clave de su posible solución.
La globalización actual nos ha llevado a una concentración de los recursos económicos tal que, sólo unas pocas manos dirigen, hoy en día, los destinos del planeta sin ningún tipo de escrúpulos ni control democrático o político, abocándonos a un futuro incierto.
El alcance universal de la televisión nos indica que ese 80% de la población pobre mundial está al corriente de nuestra forma de vida, de todos esos bienes que no poseen, y dar por sentado que se van a quedar tan anchos y aceptar esta situación de desigualdad es, además de imbecil, éticamente inaceptable.
Enmendar este futuro nada halagüeño va más allá de reciclar, consumir productos «verdes», adoptar un niño de Senegal, controlar la capa de ozono o sembrar los montes de aerogeneradores. El modelo contemporáneo es insostenible social y ecológicamente.
No podemos seguir hipotecando nuestro suelo, agua o aire. No debemos dejarnos hipotecar por intereses privados disfrazados de «bien común». El capitalismo, al basarse en la dicotomía de «crecimiento o muerte», hace insostenible cualquier tipo de «capitalismo verde», por eso ante cualquier proyecto económico, empresarial, de infraestructuras... exigimos una auténtica democracia ecológica.
Actualmente tenemos en nuestra comarca varios proyectos: Uno para una actuación en la carretera de Maeztu a Iturrieta en su paso por Los Pocilones. Otro, para otra obra viaria en la carretera de Gasteiz a Lizarra con el grave impacto planeado para Atauri. Y un tercero para el plan eólico de Cruz de Alda.
Y, por si no se entiende eso de democracia ecológica, consiste en que el derecho de participación y deliberación recae sólo en los individuos, de ningún modo en las grandes empresas; la participación de todos los afectados directos es imprescindible (en el caso eó- lico, la de todos los valles limítrofes, no sólo el promotor), y siempre un referéndum como colofón resolutivo.
Iñaxio Iriarte Martinez de Rituerto - Ega Goienako kidea
(Ez)berdin
Ikusi ezean sinestu ezinekoa... Ostiralean Madrileko Auzitegi (zigortegi) Nazionalean gertaturikoak ez du izenik, eta zer pentsatua eman beharko lioke errespetuan, arrazoian, erreflexioan eta baloretan sinesten duen orori. Benetan mingarriak eta negargarriak iruditu zaizkit telebistan ikusitako irudiak; noiz arte jarraitu behar dugu gizakia degradatzen, arrazoia galtzen, patetismoari eta paranoiari omenaldi bat bestearen atzetik egiten? Zur eta lur jarraitzen dut... amesgaiztoa berriro ere egia bihurtu izan balitz bezala.
De Juana preso politikoari beste lau edo 13 urte gehiagoko kartzela zigorra inposatzea erabaki- tzen dabiltza, duela bi urte kalean egon behar zuela ahaztuta; beste azpijoko denak amaitu zaizkie- nean, prentsan idatzitako bi iritzi artikuluren aitzakiapean eduki nahi dute zuloan, herritarren nahi- ari eta justizia kontzeptuari bizkarra emanez. Ez diot ezer aipatuko Estatu espainiarreko adierazpen askatasunaz, ezta justiziaz. Bi artikulu hauetan mehatxuak non ikusten dituzten eurei galdetu beharko diegu, baina beldur naiz honekin guztiarekin bilatzen dutena preso nahiz biztanleek ez idatzi, ezta irakurtzea ote den...
Bien bitartean, epaiketa gelan Ynestrillas anaia «bakezaleek» mehatxu egiten diote De Juanari; kanpoan ultraeskuindar talde nahiko zabal bat (AVT barne) Espainiako bandera prekonstituzionalistak astinduz irainka ari dira, batzuk «Otegi, hijo de p... muérete» edota «contra ETA metralleta» bezalako lemak abestuz, besteak «Lasa y Zabala también están en huelga de hambre» kartel higuingarri eta handi baten atzean, eta gainontzekoak epaituaren lagun eta senideei «asesinos, asesinos...» oihuka. Hots, bi iritzi artikulu 96 urteko kartzela zigorra merezi duten mehatxu terroristak dira, baina lotsa- gabe hauen ekintza «baketsuak» ez... ulergaitza.
Hau ez da bake prozesu batean ulertzen. Eta honela, frankismo garaian kanpoan euren diktadura hiltzailea nola saltzen zuten oroitu naiz: Spain is different...
Nire dolu eta animo guztiak aspalditik gehiegi sufritu duten eta honelakorik zertan pairatu ez duten Lasa eta Zabalaren senitartekoei. Baita De Juana eta preso politiko eta euskal herritar konprometitu guztiei. Aurrera!
Aitor Irigoien Odriozola - Getaria
La donostia real e irreal
Estoy intentando imaginar lo que le puede pasar por la cabeza a más de uno respecto a lo duro que se está haciendo sobrevivir en esta ciudad.
De lo caro que sale hacer la compra, de la subida que nos viene por recogernos las basuras. De la subida del bonobús, de lo bien que le va a venir a más de uno tener que andar.
Del sueño imposible de tener una casa, de la subida del impuesto de bienes que deberán hacer frente los que hayan logrado su sueño. De los licenciados de los mil euros al mes, que sobreviven con sus padres jubilados y cuidadores de por vida de nietosŠ
De la necesidad de refugiarse en el deporte para desfogarse ante semejante panorama. De cómo este refugio también cada vez va a ser más restringido, de cómo ya les está tocando a nuestros hijos (eliminación del carnet escolar del PMD), de cómo les va a afectar al resto de usuarios... Vamos, una imagen no tan ideal como la otra Donostia, la que se quiere reflejar con todo esplendor..
Quizá estoy exagerando. Debo ser positivo, debo olvidar las tristezas y vivir a tope en esta otra Donostia oficial. Esta es una ciudad muy bonita, con unas bellas playas, jardines de catá- logo. Maravillosos paseos marítimos que quizá acaben en puertos deportivos. Una ciudad alegre, con festivales de jazz y cine. Dos equipos en la élite deportiva y de camino una maravillosa trainera que nos va a hacer vibrar y ganar. Maravillosos espectáculos de música, megaconciertos incluso por la paz, quincenas empapadas en cultura, y además una ciudad de buenas formas entre los partidos políticos representados en el Ayuntamiento, una ciudad sin chabolas, sin inseguridad ciudadana, donde se puede pasear.
Creo que es hora de despertar de este sueño que nos aleja de la primera realidad, la de una ciudad imposible por sus precios. La de una ciudad que cada vez está excluyendo a más donostiarras, obligándoles a trasladarse a pueblos cercanos (cada vez más lejanos). La de una clase política dominante que juega con las palabras, los sentimientos, hace de la política un arte que casi nada cambia, transforma. Dando la imagen de que para casi nada vale depositar nuestra confianza en ellos.
Jose Ramon Tolosa Gonzalez
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