Vivimos, sin duda, días de incertidumbre en torno al proceso y es ahora el tiempo en que los halcones vuelven a mostrar lo afilado de sus garras. Ayer, en “Expansión”, un tal José Medina, que se presenta como «Presidente de Ray & Berndston», adelantaba que «El cinismo de Otegi, cuando hace dos años afirmó en Anoeta su disposición a sacar el conflicto de las calles y llevarlo a la mesa de negociación, utilizando exclusivamente vías políticas y democráticas, sólo es comparable con su actitud actual ante la violencia, kale borroka y extorsiones de ETA renovadas en Euskadi, unidas a sus reivindicaciones de la mesa de partidos sobre autodeterminación e integración de Navarra en Euskadi». Empezamos bien, ¿verdad?

A partir de ahí el hombre se engorila un poco y nos suelta que «siguiendo al pie de la letra su guión y estrategia soviéticos, los violentos han puesto en juego todas las amenazas y chantajes tanto físicos como emocionales, dentro de la amplia gama de marrullerías y juego sucio de que disponen. Todo ello, como es su estilo, sin haber hecho una sola concesión ni haber cumplido lo que prometieron sobre la legalización de Batasuna». Y así resulta que «cualquier concesión por parte del Gobierno ­que, por otra parte, no podría hacer, ateniéndose a la Constitución­ sería un suicidio ante los que consideran como un ‘acoso judicial y policial’ a la recta aplicación de la ley a sus desmanes y fechorías, propios de lo que han sido siempre y hasta ahora: una banda de delincuentes, terroristas y, hasta hace tres años, asesinos. La única estrategia gana-gana con los violentos en la situación actual es la de aplicarles su propio modelo, pero, a diferencia de ellos, dentro de la ley, con juego limpio, si es que lo merecen, y, sobre todo, con firmeza». ¡Cómo les gusta usar palabras bonitas para enmascarar que lo que les va es la guerra!

Al final desvela sus ganas de jaleo. Y es que no pueden disimular que les va la marcha:«Nada de nada con violencia. Si no es así, hay que dejar claro el mensaje de que estamos dispuestos ­y, por desgracia, acostumbrados­ a seguir sufriendo, pero ellos más, a lo largo del camino en el que les va a ir mucho peor, porque la opción de la violencia es callejón sin salida y el tiempo se les está acabando. Es mucho lo que está en juego (...) Si hay que pelear, se pelea, habrá que hacerlo. Las cosas más importantes que hemos logrado en la vida nunca nos las regalan». Eso ya lo sabemos por estos pagos. - msoroa@gara.net