Medir el tiempo
Las tres conductoras de los noticiarios de La Sexta se juntan los lunes por la noche para ofrecer un programa de actualidad, “Sexto sentido”, que inició su andadura con una invitada de excepción, la vicepresidenta del gobierno español María Teresa Fernández de la Vega, que primero estuvo en la mesa con el trío en amable conversación, y después se sometió a lo más novedoso, o al menos, lo más interesante desde mi punto de vista, un acercamiento a ciudadanos representantes de diferentes tendencias y colectivos que le preguntaron abiertamente sobre asuntos de interés general. Fue la parte más amena, la que tenía más posibilidades, pero que se quedó algo menguada por el tiempo.El tiempo. Es la excusa, es el reducto, es el miedo, el corsé, la manera de atraparse, condenarse. Todo se reduce a tiempo. Y si uno, en vez de hacer una pregunta, da un mitin, se come tiempo. Y si quien contesta, en vez de resumir se explaya, el tiempo corroe el tiempo. Así que de los catorce posibles intervinientes apenas participaron media docena. Y no todos eran para aplaudir a la gestión del gobierno, y siempre poniendo asuntos de interés general. Puede ser una de las secciones más interesantes si se canaliza bien el guión, el tiempo y los intervinientes sin interventores, que esto es lo bueno. Un cara a cara nos dejó ante la imposibilidad de entender las nuevas caras del fascismo. Pío Moa es un franquista sobrevenido, un revisionista capaz de decir que la democracia se la debemos a Franco. Y lo dice públicamente, y cobrando. Ismael Lafuente defiende la lógica, la memoria histórica para señalar que el generalito fue un dictador asesino, liberticida, totalitario y corrupto. Estas explicaciones dadas en tono más moderado, más convincente, pero que no hace mella en una actitud fascistoide de ese líder del neo-franquismo mediático que nos invade, Moa. Las tres conductoras se mojan personalmente dando aplausos y pitos a actitudes, a políticos, a noticias, y van dibujando un espacio televisivo situado descaradamente en el terreno del centro izquierda, o al menos en todos los casos frente al aznarismo residual que impera en otros medios. Tiempo al tiempo. -
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