¿Entrenador nuevo, victoria segura? No nos engañemos. Cambiar de entrenador no garantiza que los resultados vayan a llegar. Tan sólo hay que mirar a Donostia. Los números son preocupantes, es cierto. El equipo tiene muchas lagunas tanto en defensa como en ataque, pero no ha tocado fondo. Aunque le cuesta puntuar, sigue vivo y da la sensación de que está con el entrenador. Por lo menos así lo demostraron en Mestalla. Sarriugarte continúa buscando sin encontrar soluciones y es normal que la preocupación exista porque tras una temporada como la anterior la afición quiere disfrutar con su equipo. Y como no lo consigue se piensa que un cese sería la solución. ¡Pero alguien se creía que el Athletic iba a completar una temporada impresionante peleando con los equipos de arriba! Para eso hace falta tranquilidad y el equipo no es más que el reflejo de todos los líos que ha habido en los últimos tiempos. Dimisión de un presidente, destitución de dos entrenadores, el caso Zubiaurre y demás polémicas. Por eso, el objetivo debe ser salvar la categoría pasando los menores apuros posibles. El apoyo a Sarriugarte debería de ser primordial nos gusten o no sus métodos mientras sea el entrenador. Más nos debería preocupar el ambiente que se ha generado en el que el futuro de un entrenador depende de un determinado resultado. ¡Nos hemos vuelto locos! Para ganar al Sevilla hay que poder trabajar con tranquilidad y el nerviosismo se está apoderando de todos los estamentos del club, lo que no ayuda y dificulta el propósito. - Manex Altuna