Dublín, 24 de noviembre. Yegor Gaidar, de 50 años, es trasladado urgentemente a un hospital tras finalizar una conferencia en la capital irlandesa. «Abandonó la tribuna y perdió el conocimiento. Estuvo tres horas inconsciente y los médicos temían por su vida», declaró la hija del ex primer ministro ruso y economista María Gaidar.
El día anterior moría en Londres el espía ruso Alexandr Litvinenko, en cuyo cuerpo los médicos hallaron huellas de polonio 210, un isótopo radiactivo extremadamente venenoso. Las especulaciones no se hacen esperar y, al igual que con Litvinenko, no hay respuestas para las preguntas y las extrañas teorías sobre envenenamientos se extienden. El espía acusó en su lecho de muerte al presidente ruso, Vladimir Putin, de su envenenamiento.
Yegor Gaidar, considerado el padre de las reformas económicas capitalistas tras la caída de la URSS, se encuentra hospitalizado desde el lunes en una clínica moscovita con «síntomas de una fuerte intoxicación» cuya causa aún se desconoce, decía ayer el diario “Kommersant”. El rotativo indicaba que, según los familiares del ex primer ministro, «hasta ahora los médicos no han podido precisar las causas de la enfermedad».
Anatoli Chubáis, presidente de Sistemas Energéticos Unidos (SEU) el monopolio eléctrico de Rusia y antiguo número dos del Gabinete de Gaidar, sugirió ayer que el ex primer ministro fue envenenado. «El 24 de noviembre Gaidar estuvo al borde de la muerte. ¿Pudo haber ocurrido por una enfermedad natural? A juzgar por lo que dicen los mejores médicos que conocen la situación de primera mano, la respuesta es no», afirmó Chubáis, citado por la agencia rusa Interfax.
Chubáis, que tuvo a su cargo el diseño y la aplicación de los primeros programas de privatizaciones, descartó que los servicios secretos rusos estuviesen involucrados en un intento de envenenamiento del ex jefe de Gobierno. El presidente de SEU señaló que si ése hubiese sido el propósito de los servicios secretos, «en Moscú habría sido mucho más fácil y más cómodo que en Dublín».
Sin embargo, Chubáis dice que «para mí lo que es indudable es que una cadena de muertes (Anna) Politkovskaya-Litvinenko-Gaidar sería muy tentadora para los partidarios de cambiar por la fuerza el régimen constitucional en Rusia», añadió.
El directivo, que junto con Gaidar fundó el partido Unión de Fuerzas de Derecha (UFD), aludía a la posibilidad de que la muerte de la periodista, el espía y la enfermedad de ex primer ministro tuvieran relación.
Por su parte, Valeri Naterov, portavoz de Gaidar, desmintió las versiones de que el ex jefe de Gobierno fue envenenado «con ciertos isótopos radiactivos» y que su estado de salud es satisfactorio y que «pronto se reintegrará al trabajo».
Entretanto, en Londres la Policía británica examinaba el hotel Sheraton Park Lane, que fue visitado por el espía Litvinenko. Los policías, que buscaban en el hotel, posibles restos de radiación, también inspeccionan cinco lugares de Londres donde se han encontrado rastros de polonio 210. -
MOSCU