LUKU
Un total de 21 personas fueron ayer identificadas e imputadas por coacciones y desórdenes público por participar en un nuevo acto de protesta en los trabajos de construcción del Tren de Alta Velocidad, que se están llevando a cabo desde principios de noviembre en la localidad alavesa de Luku, dentro del término municipal de Arratzu-Ubarrundia. Los hechos comenzaron pasadas las 14.00, cuando un grupo de personas contrarias al proyecto se acercó hasta las obras y, tras dividirse en dos y sentarse en el suelo, se encadenaron unos a otros. Durante la cerca de hora y media que la Ertzaintza tardó en aparecer, los encadenados corearon consignas contrarias al proyecto de la “Y vasca”, tan conocidas como «Herriak bizirik, AHTrik ez», «Amalurra defenda dezagun» o «Txikizioa gelditu». No faltaron, sin embargo, otras menos escuchadas como «Ministerio de Fomento, vaya jeta de cemento». Contaron con el apoyo de una docena de personas en las inmediaciones.
El capataz de la obra ordenó a los trabajadores, poco después de que comenzase la protesta, que dejasen lo que estaban haciendo. Manifestó que había adoptado dicha decisión «por precaución» y para «evitar enfrentamientos». Tras permanecer a escasos metros de los opositores, abandonaron la zona de trabajo pocos minutos antes de que cinco dotaciones de la Ertzaintza, una de ellas una furgoneta antidisturbios, hicieran acto de presencia. Se alejaron bajo los gritos de «No volváis, que curre Ibarretxe».
Identificados y registrados
Ataviados con una cizalla, los agentes autonómicos se acercaron hasta el primer grupo de encadenados y procedieron a soltarlos, uno a uno. Tras ser levantados, les trasladaron hasta una pared, donde fueron identificados y registrados. Lo mismo hicieron con el segundo grupo, que se encontraba unos metros más adelante, sentados entre la maquinaría. Finalmente, todos fueron puestos en libertad, aunque acusados de coacciones y desórdenes públicos. No es la primera protesta que se ha llevado a cabo a pie de obra en la localidad de Luku. El pasado 14 de noviembre, otro grupo, compuesto por unas 80 personas, se personó a primera hora de la mañana en el mismo lugar para protestar por el inicio de los trabajos de construcción y exigir la paralización inmediata de los mismos.
Tres de ellos se encadenaron a dos grúas. Tras permanecer más de dos horas encadenados, la Ertzaintza los desató y los trasladó a dependencias policiales. Tras declarar ante el juez, fueron puestos en libertad a última hora de la tarde de ese mismo día, acusados de coacciones y desórdenes públicos. El juicio, previsto inicialmente para el 21 de noviembre, se ha pospuesto hasta el próximo 11 de diciembre.
