DUBLIN
El comité de investigación del Parlamento irlandés confirmó la la connivencia de fuerzas norirlandesas en las bombas del aeropuerto de Dublín y en Dundalk en 1975, y en Castleblayney, en el condado de Monaghan, en 1976, atentados en los que participaro paramilitares y efectivos del Ejército británico. El documento está basado en las investigaciones del juez Henry Barron sobre la muerte de 18 personas.«El Gobierno británico dice el informe parlamentario estaba al tanto del nivel de infiltración de terroristas en las fuerzas de seguridad y creemos que su inadecuada respuesta a ese conocimiento permitió que el problema continuase creciendo», añade.
El comité también se mostró convencido de que las conspiraciones entre paramilitares y tropas británicas «no sólo fueron reales, sino también numerosas».
El plan contra Sinn Féin
El paramilitar lealista Michael Stone envió una carta al diario “Belfast Telegraph” en la que declaraba su intención de «asesinar a los criminales de guerra Gerry Adams y Martin El Pescador McGuinness». Stone detalla que planeaba usar un arma de imitación para atravesar las barreras de seguridad y una bomba de humo para desviar la atención y alcanzar la cámara donde esperaba encontrar a Adams y McGuinness.
La publicación de la misiva se produce el mismo día en el que el líder republicano Gerry Adams fue informado por la Policía norirlandesa de amenazas contra su vida. En la carta, Stone reafirma que trabaja sólo y que se decide a actuar en la creencia de que habrá una Irlanda unida en 20 años.Por otra parte, familiares de las seis víctimas de la masacre de Loughinisland, en el condado de Down, en la que unos lealistas abrieron fuego contra los nacionalistas que se encontraban en un bar viendo un partido de la selección irlandesa del mundial de 1994, viajaron a Bruselas para pedir a los eurodiputados que presionen a Londres para que investigue si hubo connivencia entre tropas y lealistas.
