BILBO
En su presentación como nuevo técnico del Athletic, José Manuel Esnal, Mané, no se anduvo con rodeos y fue claro a la hora de señalar por dónde pretende empezar a remontar el vuelo del conjunto rojiblanco para salir de los puestos de abajo. Recibir 22 goles en 12 partidos de Liga es una cifra preocupante y Mané tiene intención de buscar soluciones para detener la sangría a partir de hoy mismo. Porque esta vez sí que dirigirá su primer entrenamiento al frente del Athletic a partir de las 11.00 horas en Lezama.
«Es un aspecto consensuado por todos y además hay una cosa incuestionable, que son las cifras. Y éstas dicen que hay una riada de goles en contra muy importante. Ahí hay una materia a trabajar a corto plazo y será tarea inmediata», declaró el nuevo preparador rojiblanco.
Sobre la manera de mejorar en el trabajo defensivo admitió que «es una buena pregunta, pero de difícil respuesta. Yo también tengo más preguntas que respuestas». Eso sí, tiene claro que ese es el camino para obtener resultados e ir recuperando la confianza.
El técnico de Balmaseda no ocultó que acceder al cargo de entrenador del Athletic en estos momentos para intentar logar la salvación «es una tarea que lleva detrás un peso importante. Todos saben la trayectoria del equipo y las dificultades que está atravesando. Por tanto la tarea es ardua. Pero veo posibilidades de sacarlo adelante. La permanencia es una meta, pero este equipo tiene que estar en mejor situación».
«Tenemos que excluir todo lo negativo y todo el pesimismo que hay alrededor de las posibilidades del equipo, que yo creo que sí las tiene. Espero concluir con una clasificación holgada», añadió.
Mané reconoció que «la ilusión de cuando comenzaba a ser entrenador era un poco ser entrenador del Athletic. Ahora se cumple esa ilusión y espero no defraudar. Llamalo sueño, ilusión o meta. Creo que es un buen momento para aceptar este reto y ahora lo que me queda es responder».
Explicó que sólo ha querido firmar hasta final de temporada para dejar «libertad» a la Junta Directiva que gané las elecciones de junio, aunque le habían ofrecido la posibilidad de renovar. «Es lo noble, lo honesto y lo que hay que hacer. Si el club está contento al final de temporada, será una buena señal», valoró.
Valverde decidió no renovar en junio de 2005 y después llegó Mendilibar hasta que Clemente le sustituyó en noviembre del año pasado. En julio llegó Sarriugarte. A Mané se le cuestionó sobre qué piensa al ser el quinto entrenador que pasa por el banquillo del Athletic en año y medio y contestó que el fútbol actual es una «apisonadora» en la que se exigen continuamente resultados.
En ese sentido, se refirió al partido del próximo domingo ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. «Es un campo donde el Athletic ha hecho buenos partidos y mi trayectoria tampoco es mala. No es una mala plaza y pueden coincidir las lunas ese día»