Congresistas estadounidenses piden a la Casa Blanca que dialogue con Cuba
Una delegación de legisladores estadounidenses republicanos y demócratas visitaron Cuba este fin de semana con la intención de acabar con los 50 años de ruptura entre ambos países. Para empezar a romper el hielo, sugieren tratar asuntos migratorios, lucha contra el narcotráfico y colaboración judicial.
LA HABANA
La más numerosa delegación de legisladores estadounidenses en Cuba en casi medio siglo concluyó su visita de dos días con la petición al Gobierno de George W. Bush de que busque dialogar de inmediato con las autoridades de la isla, según la propuesta del presidente interino Raúl Castro. «Es el momento para que Estados Unidos dialogue con Cuba», señaló el grupo de republicanos y demócratas, que propuso tratar, en principio, asuntos migratorios, de combate al narcotráfico, de exploración petrolera y de colaboración judicial.
«EEUU tiene intereses importantes en Cuba y fuertes desacuerdos con el Gobierno cubano», dijo una declaración conjunta de la delegación, leída por el republicano Jeff Flake. «En un momento de cambio en Cuba, en el que no sabemos cómo podemos velar ahí por nuestros intereses y valores, creemos unánimemente que EEUU debería responder en forma positiva a la propuesta de Raúl Castro» del pasado día 2, agregó.
La visita «subraya la importancia de un cambio de política que creemos es apoyada por la mayoría» en Estados Unidos, dijo William Delahunt, senador demócrata. «Estamos en desacuerdo con la administración que dice que ahora no es el momento del diálogo. Creemos que es una oportunidad histórica para darle un nuevo rumbo a la relación bilateral y acabar con una política que ha sido un fracaso durante casi 50 años».
Decenas de legisladores estadounidenses han viajado a Cuba desde el triunfo de la revolución de 1959, pero esta es la primera vez que se lanza una propuesta con una agenda potencial y que oprime con realismo las teclas más sensibles para poner en marcha una dinámica de negociación.
La iniciativa tiene dimensión, además, porque ocurre inmediatamente después de que Cuba haya confirmado su interés de resolver el diferendo y cuando el Congreso estadounidense reanudará sesiones en enero dominada por los demócratas.
Mike Conaway, representante republicano, dijo que le pareció «decepcionante» el desinterés de sus interlocutores en abordar puntos como derechos humanos, libertad de prensa y elecciones libres, pero convino en que «lo más importante es tener más conversaciones».
Con ese perfil de matices, el tono predominante fue de ruptura con la actual posición hacia Cuba. «Nuestra política es una reliquia de la Guerra Fría y no tiene sentido; daña al pueblo y no al Gobierno cubano» (Jim McGovern, demócrata); «tratar de cambiar primero las cosas en Cuba no funciona, es hora de hacer algo distinto» (Gregory Meeks, demócrata).
Migración, narcotráfico, petróleo y presos
LA HABANA La misión propuso consultas regulares sobre temas migratorios, «para proteger nuestra seguridad nacional y salvar vidas». Los acuerdos de 1994 y 1995 prevén una revisión semestral, pero Washington se levantó unilateralmente de la mesa y bastaría que regresara para reanudar el mecanismo. Los parlamentarios también plantearon «ver si se puede hacer más para combatir el tráfico de drogas». El grupo reclamó, asimismo, conversaciones inmediatas sobre la exploración de petróleo en aguas profundas de Cuba. Flake es coautor de una iniciativa de ley para permitir a compañías estadounidenses explorar en la zona cubana del Golfo de México. Una cuarta propuesta se basa en que «aquí hay fugitivos de la justicia estadounidense y hay algunos detenidos en Estados Unidos que tienen interés para Cuba». La segunda parte alude a los cinco agentes cubanos detenidos hace ocho años en EEUU, así como a Luis Posada Carriles, encarcelado en Texas por una falta migratoria y que es reclamado por Venezuela por el sabotaje a un avión civil cubano en 1976.
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