Recuperar confianza, ganar credibilidad
Los quioscos abrían ayer sus puertas con dos entrevistas destacadas. Todavía muy pegada al atentado de Barajas, la realizada a José Luis Rodríguez Zapatero en “El País”, y más enfocada a trabajar para ganar el futuro, la realizada a Arnaldo Otegi en GARA. Batasuna es consciente de las dificultades que el resto, en especial el Ejecutivo español, puede tener aún en la actual coyuntura, de ahí que el tono y la distancia marcadas por Zapatero sean las previsibles dos semanas después del atentado de Barajas y, en especial, la víspera de su comparecencia ante el Congreso. El lector podrá extraer sus conclusiones e interpretaciones de ambas entrevistas. En cualquier caso, algunas respuestas de Rodríguez Zapatero presentan, cuando menos, elementos contradictorios, por ejemplo cuando elude la comparación con el proceso irlandés, donde se mantuvieron los puentes en circunstancias similares a la del 30 de diciembre. De hecho, en el presente, en Euskal Herria se trata precisamente de mantener los puentes con una solución que no tiene alternativa a día de hoy, de valorar ineludiblemente lo que ha pasado en estos nueve meses y medio y, sobre todo, de comenzar a pensar y a trabajar en cómo avanzar. Es necesario el convencimiento de que ésta es la vía, de que hay que buscar una salida verdadera. Pero para ello hay que hacer las cosas mucho mejor que hasta ahora. Sin obcecarse en los plazos, que serán más o menos largos en función de la voluntad existente, pero empeñandose en restaurar las bases, recuperar la confianza y ganar credibilidad. Y esto corresponde a todas las partes, a todos los agentes implicados en el proceso político de resolución, y requiere actuar con responsabilidad, algo que, por supuesto, interpela también a los medios de comunicación. El contraste nulo o parcial de algunas informaciones o filtraciones genera, en no pocas ocasiones, interpretaciones erróneas y conclusiones interesadas. Valgan como ejemplo recientes noticias sobre la reunión mantenida en diciembre entre el Ejecutivo español y ETA, que, como apuntamos hoy en nuestras páginas, no fue la primera celebrada por representantes oficiales de ambas partes desde la declaración de alto el fuego permanente. No es el momento de escabullirse ni de echar balones fuera. Urge trabajar con seriedad y altura de miras para mantener abierta esta oportunidad, dialogar, adoptar compromisos y cumplirlos, dar pasos. Es mucho lo que hay por ganar. -
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