La historia de la parroquia donostiarra de San Vicente, en un libro
DONOSTIA
“La parroquia de San Vicente, 900 años al servicio de los donostiarras”, de Félix Elejalde, es el libro que el el Instituto Doctor Camino que patrocina Kutxa Fundazioa presentó ayer, fiel a su costumbre de hacer lo propio todos los años la víspera de San Sebastián con una publicación dedicada a la historia donostiarra.
En esta ocasión, la publicación, impulsada por el propio párroco de San Vicente, Félix Garitano, está motivada por el hecho de que en 2007 se conmemora el quinto centenario de la construcción del actual templo, el edificio más antiguo de la ciudad. «Conmemoramos aclaró Elejalde el quinto centenario del actual templo, que se empezó a construir hacia 1507, pero éste se construyó sobre otro anterior, probablemente de estilo románico, que se remontaría al siglo XI. De ahí que el subtítulo del libro haga referencia no a 500, sino a 900 años».
La primitiva iglesia de San Vicente, como la de Santa María, debió surgir poco después de que, en 1014, Sancho el Sabio de Nafarroa otorgara el fuero de Estella a Donostia, lo que motivó un incremento de población, principalmente de origen gascón. Uno de los primeros documentos que atestiguan la existencia de estas iglesias se remonta a 1178 y refleja un pleito entre el obispo de Iruñea y el abad de Leire sobre quién debía cobrar los correspondientes diezmos.
Elejalde quiso dejar constancia ayer de que la historia testimonia que la parroquia de San Vicente ha estado con los donostiarras «a las duras y a las maduras». Entre las «duras», recordó las veces en que fue hospital, ante epidemias de peste o desastres como el provocado en 1688 por la explosión del polvorín del castillo y, muy especialmente, el de 1813, tras la destrucción de la ciudad a manos de las tropas de Wellington. Entre las «maduras», Elejalde que, a pesar de hallarse convaleciente de una grave dolencia, hizo gala de buen humor se refirió a que el clero de San Vicente ha tendido a ser tan «kaskarina» como sus feligreses. Citó, como ejemplo, su afición a la sokamuturra. «Algún sacerdote solía tentar a la vaquilla desde la puerta con el manteo a modo de capa, y en alguna ocasión el animal entró en la iglesia», recordó.
Ignacio Tellechea Idígoras, director del Instituto Doctor Camino, aprovechó la presentación del libro de Elejalde para dar cuenta también de la reciente publicación del número cuarenta del “Boletín de Estudios Históricos sobre San Sebastián”. Recordó que, en los cuarenta años de actividad, el Instituto ha publicado casi 150 libros.
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