DONOSTIA
Tras la orden emitida por la Audiencia Nacional, a medianoche de ayer ya eran tres las personas arrestadas por las FSE después de que el Supremo diera a conocer el fallo por el que condena a seis años de prisión a 23 jóvenes independentistas. Se trata de Igor Ortega, Amaia Arrieta e Iker Frade.
La detención de este último no se produjo en la jornada de ayer, sino el jueves por la tarde, acusado de participar en Bilbo en una acción de protesta por la situación que vive Iñaki de Juana. Concretamente, según informaron ese día testigos presenciales a GARA, varias per- sonas vestidas de solidarios detuvieron pasadas las 20.00 un autobús en el barrio de Irala y se subieron al techo, desde donde mostraron carteles en solidaridad con el preso donostiarra y encendieron bengalas. La Ertzaintza, después de trasladarse al lugar de la protesta, se llevó detenidos a Frade y a una joven que, curiosamente, según las mismas fuentes, ni siquiera se subieron al autocar.
Ambos debían pasar ayer por la tarde ante el juez, pero a última hora no se conocía decisión alguna sobre su situación; aunque, tras el fallo del TS, se preveía que Frade permanecería retenido.
Por lo que respecta a Arrieta y Ortega, que recientemente han sido padres, fueron arrestados por la tarde por agentes de la Guardia Civil en el barrio donostiarra de Intxaurrondo. En las imágenes difundidas por Euskal Telebista se pudo ver y escuchar a familiares y amigos de los dos jóvenes trasladándoles ánimos. A última hora, Ortega llamó por teléfono a sus allegados para informarles de que, tras permanecer unas tres horas en el cuartel de Intxaurrondo, ambos habían sido encarcelados en Martutene.
Los operativos para proceder al arresto de los 23 condenados por el «caso Jarrai-Haika-Segi», en los que participaron la Ertzaintza, la Policía española y la Guardia Civil, se desplegaron ya a primera hora de la tarde en varias localidades. Según pudo conocer este diario, pocos minutos después de las 17.00 agentes de la Ertzaintza se personaron en el domicilio de Jon Markel Ormazabal, en la Parte Vieja donostiarra, hasta donde llegaron en dos furgonetas.
Mostraron la orden de detención a sus familiares, quienes les indicaron que no se encontraba allí. Estos preguntaron si podían entrar para comprobarlo, y recibieron una negativa por respuesta. Ante ello, los policías abandonaron el barrio, inmerso en el ambiente pre-festivo del día de San Sebastián.
Desde Intxaurrondo vecinos informaron de que, además de la Guardia Civil, había una gran presencia de ertzainas, que también se trasladaron al barrio de Loiola en busca de Aiora Epelde. Además, la Guardia Civil acudió a Laudio para llevarse detenido a Gartzen Garaio.
En Zamudio, a la casa de Ibon Meñika acudieron tres policías españoles de paisano, mientras que poco después, hacia las cinco, fue la Ertzaintza la que se personó en la vivienda de sus padres. Al no encontrarle, los ertzainas comunicaron a sus allegados que le avisen de que «comparezca en comisaría».
Precisamente, el joven zamudioarra declaró a ETB a mediodía que se trata de una sentencia «muy grave» y que la solu- ción al conflicto llegará por «vías políticas y democráticas, nunca por vías represivas».
