Floren Aoiz
Plan B y viaje al pasado
No vivimos tiempos de certidumbres. Ni siquiera el tiempo metereológico sigue las pautas establecidas, y a este paso los refranes van a perder toda su credibilidad. No sé cómo afrontarán esta inestabilidad los diseñadores de modas estacionales, pero parece que en nuestro ámbito político algunos han decidido volver la mirada hacia el pasado, y quieren retrotaernos a los tiempos de los pactos de Ajuria-Enea, Iruñea y Madrid. Nos proponen, como si del último grito se tratara, retornar al lazo azul. Ya es bastante clarificador que se recurra a fórmulas del pasado: no tienen otra alternativa que reproducir esquemas ya ensayados, y fracasados. Pero volver al aislamiento y la persecución, recrear aquella necedad de los «demócratas» contra los «violentos» y recauchutar una retórica pacifistoide para debilitar a la izquierda abertzale es la mejor demostración de que por mucho que Rubalcaba quiera hacernos creer lo contrario, el Gobierno español no tiene un Plan B.
Ni el actual ni ningún otro gobierno español ha tenido una alternativa diferente al diálogo y el acuerdo político. No es una opinión: la secuencia de fracasos demuestra de un modo contundente la imposibilidad de una «salida» policial. La variante político-policial, que pretende combinar la represión pura y dura con maniobras de presión política ha demostrado sus limitaciones, tan visibles como las de la vía de la asfixia, que el PP de Aznar ensayó sin éxito. Estas fórmulas son incapaces de desactivar la insurgencia vasca y desde luego no han logrado desnaturalizar el problema político de fondo. Muy al contrario, la obstinación en repetir estos errores ha generado una notable desestabilización del estado español, de la que los sucesos posteriores al 11 de marzo de 2004 son una magnífica expresión.
La insistencia en acusar a ETA del atentado hizo caer al gobierno del PP, pero parece que algunos no han querido aprender aquella lección. Los relojes no se mueven hacia atrás, todo el mundo lo sabe, pero hay gente que cree que puede ganar tiempo haciendo como que no lo sabe. Claro que repetir fórmulas que han fracasado, y que generalmente son consideradas como agotadas, es sólo agravar el conflicto y perder más tiempo. Y, ¿quién cree que perder el tiempo es una opción razonable, precisamente ahora? -
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