Es cierto que en los últimos años no tanto en esta legislatura el Parlamento de Gasteiz ha deparado imágenes sorprendentes, volteretas insospechadas y giros inesperados en sus sesiones, y que hubo un tiempo en que asistir a un Pleno o a una comisión de la Cámara legislativa suponía tener que acudir con la prevención de no conocer lo que ésta iba a deparar. Ayer, sin embargo, no se esperaban sorpresas en la reunión de la Diputación Perma- nente, y no las hubo.De hecho, la secuencia de intervenciones, votación y posterior declaración ante los medios del portavoz del PP, Leo- poldo Barreda, dejó claro que lo que se sabía ya: que el único objetivo que buscaba con el debate de ayer era una nueva excusa, la excusa, para reclamar la ilegalización de EHAK.
Esa era, de hecho, la única motivación real de esa reunión, convocada a petición del partido de María San Gil, tal como ella mismo reconoció días antes, en su comparecencia junto a Eduardo Zaplana.
Así lo entendió también el grupo parlamentario Ezker Abertzalea, cuyos representantes optaron por no asistir a la sesión. Según explicó su portavoz, Nekane Erauskin, esta decisión se debió a que «tras ver lo sucedido en los últimos días estaba claro que el PP tenía decidido de antemano pedir la ilegalización de EHAK, y que no le interesaba cuál pudiera ser el resultado de ese debate ni lo que pudiéramos decir».
A este respecto, recordó que el partido que lidera Mariano Rajoy ya ha presentado sendas iniciativas en Gasteiz y en el Congreso español instando a la ilegalización de la formación abertzale, y denunció las «amenazas» en su contra.
Compromiso con el dialogo
«Nosotras no tenemos ningún problema para debatir sobre este tema, pero a lo que no estamos dispuestas es a entrar en su juego sucio», explicó la parlamentaria independentista. En declaraciones a GARA, Erauskin se dirigió expresamente al PP y le instó a que «deje de lado sus intereses partidistas y haga caso a lo que reclama la sociedad de Euskal Herria». Le emplazó, en esta línea, a que siga el ejemplo que el día anterior marcaron las decenas de personas referenciales de diversos sectores que participaron en la presentación de la iniciativa Milakabilaka, y recordó el compromiso del grupo parlamentario abertzale por «trabajar y hacer camino para alcanzar una solución al conflicto a través del diálogo».
Barreda, sin embargo, mostró claramente a qué había ido ayer al Parlamento, cuando tras la votación compareció ante los medios para reclamar al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, que inicie el procedimiento de ilegalización de EHAK, «puesto que se ha constatado fehacientemente que no condena el terrorismo y su subordinación a la banda terrorista ETA».
«Creo que esto ya es un clamor», afirmó incluso el dirigente del PP, que sostuvo que lo sucedido «es el elemento proba- torio definitivo». Por ello, instó a Zapatero a que EHAK «deje de tener posibilidad de presentarse a las elecciones». «No se puede dilatar esta decisión», concluyó Barreda.
De las intenciones del PP dio muestra también su secretario general, Angel Acebes, quien tras felicitarse por el fallo del Tribunal Supremo sobre el «caso Jarrai-Haika-Segi», señaló que «ahora, a por el Partido Comunista de las Tierras Vascas».
Y mientras el PP sacaba de la sesión lo que había ido a buscar, el resto de las formaciones que participaron en la misma acordaron un texto que, tres semanas de la explosión de Barajas, «condena rotundamente el brutal atentado», muestra las condolencias de la Cámara a los dos fallecidos, y «exige a ETA el cese definitivo de la violencia». Además, hace un llamamiento a «la unidad de los partidos, para, a través del diálogo democrático, hacer frente al terrorismo y defender los derechos y las libertades».
Los portavoces de PSE, PNV, EA, EB y Aralar defendieron el texto por ellos suscrito e hicieron referencia al «esfuerzo» realizado para consensuar un escrito. Según señaló el repre- sentante de EA, Unai Ziarreta, «todos los grupos nos hemos dejado pelos en la gatera», pero argumentaron que «es lo que quiere la sociedad».
Por ello, echaron en cara al PP, que votó en solitario a favor de su texto el PSE se abstuvo y el resto votó en contra y en contra de la enmienda transaccionada, que no se sumara a los demás grupos. A este respecto, José Antonio Rubalkaba, del PNV, destacó que ni siquiera habían alterado el texto original del PP en lo que se refería a la condena del atentado. Pero a este partido no le importaba:tenía la mirada en otro sitio. -