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Praileaitz, atrapada entre su valor arqueológico y el factor económico

El debate en torno a la cueva de Praileaitz (Deba) vuelve a resurgir tras un «impasse» de más de año y medio. Lakua aprobará previsiblemente a finales de enero el nuevo decreto que regulará la protección del yacimiento, aunque la actividad de la cantera de Sasiola en la que se encuentra enclavada sigue siendo una constante amenaza. El valor arqueológico de la caverna -para muchos, la más importante de Europa- vuelve a chocar con los intereses económicos.

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Ariane KAMIO | DONOSTIA

En el año 2000, un equipo de arqueólogos de Aranzadi comenzó una excavación de urgencia para vaciar la cueva de Praileaitz (Deba), que alberga el que está considerado como uno de los yacimientos paleolíticos más importantes hallados en Europa en las últimas décadas. Su motivación: el avance de la actividad de la cantera de Sasiola, explotada por la empresa Zeleta, y en cuyo corazón está enclavada esta caverna.

En 2004, ante la importancia del yacimiento, se sugirió la necesidad de su conservación y, tres años más tarde, con la creación del grupo Praileaitzen Lagunak, se iniciaron una serie de requerimientos institucionales para exigir la protección de la cueva y de la ladera en la que se encuentra. Esta asociación, junto a catedráticos universitarios, Mutriku Natur Taldea y un amplio grupo de arqueólogos, recabaron cientos de apoyos estatales e internacionales para llevar a cabo sus propósitos y trasladaron el debate al Parlamento de Gasteiz, obteniendo el respaldo de todos los grupos parlamentarios a excepción del PNV.

Tras un extenso debate, en 2007 el departamento de Cultura por aquel entonces liderado por la jeltzale Miren Azkarate aprobaba el decreto 120/2007, el que actualmente regula el área de protección y las actividades en torno a Praileaitz.

Sin embargo, la cueva vive bajo una constante amenaza, la de la actividad de la cantera que, lejos de cesar en la extracción de piedra, continúa explotando el entorno poniendo en peligro la subsistencia de la propia cueva y de la ladera que la bordea.

El decreto 120/2007 establece un área de protección de 50 metros en el perímetro de la caverna y no prevé ninguna regulación especial para la ladera, caballo de batalla en este conflicto, y cuya conservación califican de imprescindible numerosos arqueólogos y grupos sociales. Esta superficie queda, por tanto, automáticamente regulada por la Ley 22/1988 de Costas, ya que bajo la ladera transcurre el río Deba, que posteriormente desemboca en la localidad guipuzcoana. Los expertos exigen que la ladera se proteja con la Ley de Patrimonio, y que la cueva cuente con 100 metros de perímetro de protección.

En 2008, Jean Clottes, uno de los grandes especialistas en arte rupestre, consideraba que es necesario conservar no sólo la cueva de Praileaitz sino también lo que queda de la ladera en la que se encuentra. Esta postura, coincidente con la defendida desde distintas instancias ciudadanas, científicas y políticas, la razonaba Clottes en un informe redactado precisamente por encargo del departamento de Cultura de Lakua (PNV), aunque este siempre se negó a actuar en tal sentido. Es más. En aquel informe, el especialista francés remarcaba que la cueva de Praileaitz tuviera un perímetro de protección de 500 metros.

Nada más lejos de la realidad, aquel medio kilómetro de protección recomendado por Clottes quedó en algo anecdótico.

De 50 a 65 metros

Si durante la «era Azkarate» el PSE fue uno de los grandes opositores en este asunto y defendió a capa y espada las reivindicaciones de arqueólogos y grupos sociales, tras «conquistar» Lehendakaritza su postura al respecto cambió de forma radical.

Atendió a la necesidad de crear un nuevo decreto regulador, pero presentó medidas que no saciaban las peticiones anteriormente defendidas. En junio de 2010, Lakua publicaba su propuesta en el BOPV, proponiendo aumentar en quince metros (de los 50 anteriores a los 65) el perímetro de protección de la caverna; construir una trinchera para que las vibraciones de las voladuras de la cantera de Sasiola «no afecten directamente» a la cavidad; y, en el caso de la ladera que bordea a Praileaitz, que siga dependiendo de la Ley de Costas. Además, distribuye la cueva y todo su perímetro en cinco áreas -tal y como se aprecia en la imagen superior-.

En lo que se refiere a la cavidad de Praileaitz VI, que apenas ha sido investigada por los arqueólogos, el área de protección se delimita sin que se conozca si dicha cueva tiene conexión física con la cueva de Praileaitz I. En esa zona, además, se permitiría la actividad de extracción de piedra.

El nuevo decreto, que previsiblemente será llevado al Consejo de Gobierno a finales de este mes para su aprobación, recibió alegaciones por parte de Praileaitz SOS, Praileaitzen Lagunak y Aranzadi, quienes, tras año y medio de espera, aún no han obtenido respuesta alguna.

«Aberración y brutalidad»

Ante la inminente aprobación del decreto, el director de las excavaciones de la cueva guipuzcoana de Praileaitz, Xabier Peñalver, advirtió ayer de que se está «jugando con fuego».

«Me parece que es una aberración, porque no conocemos el desarrollo de la cueva», añadió el investigador, para quien no es factible establecer una protección a partir de las paredes que se conocen de esta gruta cuando «hay galerías enteras colmatadas de sedimento arqueológico en las que no se puede entrar porque están sin excavar».

El arqueólogo también se mostró sorprendido por el hecho de que el PSE apoyara, cuando se encontraba en la oposición, una mayor protección de la cueva -en sintonía con los 500 metros que propuso Clottes- y ahora que está en el Gobierno de Lakua «diga que 65 metros», incluso «rebajando los planteamientos» de la Diputación anterior gobernada por el PNV -también exigía 100 metros de perímetro de protección-.

A este respecto se pronunció la diputada de Cultura, Juventud y Deportes, Ikerne Badiola, quien desveló que la institución foral aún no tiene ninguna comunicación oficial del Ejecutivo de Gasteiz sobre este asunto.

Badiola dijo que, si se confirma que finalmente la protección se reduce a estos 65 metros, la Diputación «lamentará» que no se atiendan sus peticiones, aunque por el momento prefirió «ser prudente». Recordó además que la Diputación presentó unas alegaciones al decreto para que el área de protección se amplíe a los 100 metros.

50 millones de euros

Más allá de intereses arqueológicos, el factor económico es una razón de peso en este affaire. La compañía Zeleta, la empresa explotadora, tiene reconocido el derecho de explotación en la cantera de Sasiola desde 2001, año en el que se le otorgó una concesión para la actividad extractiva de áridos por un periodo de 30 años, condicionada a la aprobación de los correspondientes planes de explotación por la administración competente en materia de minas. En el año 2006 se descubrieron en una cueva, bautizada como Praileaitz I, las importantes pinturas rupestres y con el decreto de 2007 se procedió a la protección de las mismas.

Zeleta presentó en su día una reclamación de responsabilidad patrimonial, al entender que con la protección de la cueva se limitan sus derechos de explotación previamente reconocidos, reclamación que se eleva a algunas decenas de millones de euros. La suma se acerca a los 50 millones de euros.

Según informaron a GARA desde Mutriku Natur Taldea (MNT), la empresa explotadora está obligada a informar al Gobierno de Lakua de cualquier modificación en el suelo público que está explotando para que el Ejecutivo de Gasteiz también modifique la Declaración de Impacto Ambiental sobre el proyecto.

En el caso de Zeleta S.L., las mismas fuentes señalaron que, a pesar del hallazgo de Praileaitz, no han notificado estos hechos a Lakua, por lo que «está llevando una actividad ilegal» en el área de protección.

A juicio de MNT, tendría que ser la propia empresa explotadora la que compensase los daños causados en esta zona y restableciese el lugar hasta que quedase en las mismas condiciones que antes o, al menos, ceder en su actividad. El caso, que se encuentra en manos del Juzgado de Eibar, podría resolverse en los próximos días.

CHAMÁN

La cueva de Praileaitz, que alberga el que está considerado como uno de los yacimientos paleolíticos más importantes hallados en Europa en las últimas décadas, debió acoger hace 15.500 años los ritos de un chamán y contiene también pinturas.

«ABERRACIÓN»

El arqueólogo de Aranzadi Xabier Peñalver consideró ayer que el área de protección de los 65 metros que prevé el nuevo decreto es «una aberración» y advirtió de que en el entorno de la gruta se siguen produciendo voladuras de la cantera.

INDEMNIZACIÓN

La compañía Zeleta tiene reconocido el derecho de explotación en la cantera de Sasiola desde 2001 y reclama una indemnización de casi 50 millones de euros al entender que con la protección de la cueva se limitan unos derechos de explotación previamente reconocidos.

PRUDENCIA

La diputada de Cultura, Ikerne Badiola, desveló que la institución foral aún no tiene ninguna comunicación oficial del Ejecutivo de Gasteiz sobre este asunto y por el momento prefirió «ser prudente».

Arkeologia lanak egiteko gero eta bitarteko gutxiago dituztela salatu du Xabier Peñalverrek

Praileaitzeko kobazuloko indusketen zuzendariak, Xabier Peñalverrek, arkeologoek euren lana egiteko gero eta bitarteko publiko gutxiago dituztela ohartarazi zuen atzo. «Gipuzkoako Aldundiaren politikaren joera indusketak ixtea izan da eta motela da martxa. Azkenean, Jose Miguel Barandiaranek esandakoa idatzi beharko dugu». Iaz 40 jarduera arkeologiko lagundu zituzten diruz, horietatik hamar indusketak.

Gipuzkoako Aldundiak plazaratutako «Arkeologia» bildumaren lehendabiziko zazpi zenbakien aurkezpenean egin zituen Peñalverrek adierazpenok. Lurralde honetan azkeneko hiru hamarkadetan egindako ikerketak zertan diren islatzen duen sintesi lana da. Hamahiru adituk, bakoitzak bere arloan, egin diren eta egiten ari diren azterketak eta aurkikuntzak azaldu dituzte era dibulgatiboan.

Lehendabiziko liburua, historiaurreko ehiztari eta biltzaileen ingurukoa, Alvaro Arrizabalagak eta Mari Jose Iriartek idatzi dute. Bertan agertzen dira Lezetxiki, Praileaitz, Irikaitz, Astigarraga eta bertze aztarnategi batzuetako aurkikuntzak, denboran gibelera eramaten gaituztenak orain arte posible ez zen bezala. Jose Antonio Mujikaren eta Jose Migel Edesoren lana, lehendabiziko nekazari eta abeltzainena, mendietako monumentu megalitikoak ezagutzeko eta gozatzeko gida bat da. Azkeneko urteetako aurkikuntzak azaltzen dituzte, Etxegarateko portuan dagoen Haltzerrekako habitata eta Aralarreko populatzeari buruzko ikerketa hasi berria, bertzeak bertze.

Xabier Peñalverrek eta Sonia San Josek Burdin Aroari jarri diote arreta. Basagaingo eta Munoaundiko gotortutako herrixketan egiten ari diren indusketetan, berrikuntza nagusietako bat koadrikulaz apaindutako estelen bilduma da.

Mertxe Urteagak, Javier Arcerekin batera erromatar arkeologiaz idatzi duen adituak, 1982an argitaratu zuten Gipuzkoako karta arkeologikoa ekarri zuen gogora. Hor bildu zituzten azterketa guztiak: Irungo Ama Xantalen, Arditurriko zuloak, Igerreko aurkikuntzak... Tantaka-tantaka, ia bost orri eta erdi bete zituzten. «Orain ia 300 orrialde idatzi ditugu, baina oraindik hastapenetan gaude. Gaurko bildumak zazpi zenbaki ditu; hori da benetako nobedadea».

1982ko karta arkeologikoan Erdi Aroa ez zen aipatu ere egiten. Alfredo Morazak garai hau azaldu du orain Nerea Sarasolarekin batera. Kontatu zuenez, 90eko hamarkadara arte itxaron behar izan dugu «Erdi Aroko arkeologiari buruz benetan hitz egiteko. Erdi Aroko arkeologia diziplina gaztea da, indartsua, belaunaldi berrientzako erronka».

Marian Gereñuk XVI, XVII eta XVIII. mendeetako arkeologiari egin dio argia; eta arkeologia industrialaren egungo egoerari, aldiz, Beatriz Herrerasek eta Josune Zalduak. Arkeologiaren metodologia industriari aplikatzen hasi dira eta emaitzak «oso interesgarriak» izaten ari dira. Mingarriak ere bai, «galdutako ondare guztiaren argazkia ikustea bezala» delako. Maider IANTZI

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