CRíTICA cine
«Sherlock Holmes 2» Podría ser clouseau
Mikel INSAUSTI
El mundo parece haber aceptado a Guy Ritchie como conductor de la franquicia “Sherlock Holmes”, debido a que la Warner ya se ha encargado de anunciar que dirigirá una tercera entrega. Pero los mismos que le garantizan el puesto son los que antes dudaron del éxito inicial, hasta que la millonaria recaudación se encargó de darle la razón al ex de Madonna. Aquellas dudas se trasladan ahora con “Juego de sombras” a la crítica y parte del público, una vez perdido el efecto sorpresa de la película-piloto. Está claro que Ritchie hizo todo el esfuerzo innovador para la presentación de los actualizados personajes de Arthur Conan Doyle, mientras que en la continuación se deja llevar por la inercia y la buena química actoral lograda entre Robert Downey Jr. y Jude Law. Al quedar establecida la lógica interna del funcionamiento de los nuevos Holmes y Watson, es como si lo demás viniera dado por añadidura. Hace bien en repetir lo que gustó, aunque no consigue aportar nada diferente que justifique un relato seriado con más aventuras. Y pierde lo fundamental, ese ambiente “cockney” de sus películas de gángsters ingleses, por culpa de un argumento con vocación europeísta en medio de un clima prebélico.
La partida de ajedrez entre Holmes y Moriarty carece de verdadera tensión, cuando se supone que el detective de Baker Street se enfrenta a su némesis por excelencia. Decepciona, en cuanto que Mark Strong logró una mejor caracterización del anterior villano Lord Blackwood. No es culpa de la interpretación de Jared Harris, sino de la lectura apresurada que se hace de la novelística original. Prueba de ello es el tramposo desenlace rematado con un paródico epílogo, donde se pone de manifiesto el uso y abuso que Robert Downey Jr. hace del recurso del disfraz en esta secuela. Los guionistas Mulroney se aprovechan del mítico eco literario dejado por “El problema final”, para así no tener que explicar las resurrecciones milagrosas del protagonista, culminadas en las Cataratas de Reichenbach.