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ELECCIONES EN MÉXICO

El PRI confía en regresar al poder con el televisivo Peña Nieto

Entre la pobreza de 52 millones de personas y la extrema violencia que ha dejado decenas de miles de muertos, los mexicanos eligen hoy a su próximo presidente. El PRI puede volver con Enrique Peña Nieto a la Presidencia que retuvo durante siete décadas, apoyado por las televisiones del país. Desde la izquierda, Andrés Manuel López Obrador vuelve a intentarlo con la única opción de cambio sustancial en el país.

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Si los sondeos aciertan, el PRI puede volver hoy a la Presidencia en México después de haber sido desalojado en 2000 y tras haber gobernado el país entre 1929 y ese año, durante décadas de clientelismo, pobreza, caciquismo y corrupción, -«la dictadura perfecta», en palabras del escritor Mario Vargas Llosa-.

Pero el resto de formaciones también luchan por los 500 diputados, 128 senadores, 925 alcaldes, 6 gobernadores, 15 congresos locales y el jefe de Gobierno del Distrito Federal, que suponen una importante cuota de poder.

El televisivo candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, se presenta con una imagen de renovación y apoyado en una potente campaña mediática, aunque ha tenido fallos como la de no recordar más títulos que la Biblia durante una feria del libro. Tras ser elegido en 2005 gobernador del Estado de México su carrera ha sido meteórica. Con eterna sonrisa y el flequillo alzado, presenta una imagen y una vida de personaje de telenovela que ha redondeado casándose con una famosa actriz de ese tipo de producciones.

No en vano, el PRI ha tejido una fuerte e histórica alianza con las televisiones, sobre todo Televisa, que solo apoyaron al candidato del PAN en 2006 para frenar el avance de la izquierda. Cuando el expresidente Vicente Fox intentó limitar su poder, volvieron a lanzar al PRI.

En contra de Peña Nieto juega la falta de credibilidad del partitras décadas de corrupción, pero las encuestas le otorgan hasta 16 puntos de ventaja sobre el candidato del PRD, Andrés Manuel López Obrador. López Obrador partía casi como candidato descartado al inicio de la campaña, lastrado por la imagen difundida en los medios ligada a la «confrontación» por el rechazo a los resultados de las presidenciales de 2006. En aquella ocasión, Felipe Calderón (PAN) fue declarado vencedor solo con una diferencia del 0,56% frente a López Obrador, quien llevó a cabo un plante de 40 días en la plaza del Zócalo de la capital para denunciar un fraude.

«La república amorosa»

Pero sus apoyos han crecido hasta suponer la segunda opción en los sondeos, relegando al tercer puesto a la candidata del gobernante PAN. En esta ocasión, en una alianza del PRD, el Partido del Trabajo y el Movimiento Ciudadano, se ha centrado en abanderar la instauración de una «república amorosa» que traduce en un «Estado social y democrático de derecho, plural, incluyente, con un lugar para todas y todos los mexicanos». Sus principales bazas son suponer la única opción de cambio sustancial en la política mexicana y su gestión como jefe de Gobierno del Distrito Federal entre 200 y 2005. Además, el movimiento juvenil #Yo soy 132, que fustiga a Peña Nieto y la corrupción de los políticos juega a su favor aunque no haga campaña por ningún candidato.

La candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, economista y conocida por su libro de autoayuda «Dios mío, hazme viuda», no ha aprovechado la ventaja de pertenecer al partido gobernante. Con el lema «diferente», del primero del que ha querido distanciarse es del actual jefe del Estado, Felipe Calderón, lo que le ha privado de los apoyos que este aún mantenía. Solo en la última semana de campaña anunció que, de ser elegida, nombraría a Calderón al frente de la Fiscalía mexicana, porque «ha tenido el valor y la determinación» para enfrentar al crimen organizado «sin titubeos». Y el propio Calderón ha evitado apoyarla, preparando la pugna por el poder en el seno del partido.

El peligro de identificarse con las dudosas políticas del actual presidente le ha llevado a presentarse ante el electorado sin un proyecto claro, más allá de su condición de mujer y la apelación al voto femenino. Además, el expresidente Vicente Fox, también del PAN y su mentor cuando la convirtió en ministra, le dio la espalda y ha llamado abiertamente a votar por el candidato del PRI argumentando la necesidad de un ganador fuerte.

Pero el PAN también está lastrado por la política de Calderón y la «guerra contra el narcotráfico», en la que ha utilizado miles de policías y soldados y que ha supuesto alrededor de 60.000 muertos en una ola de violencia en la que se han multiplicado los hallazgos de fosas comunes, cuerpos decapitados, y víctimas no siempre vinculadas al narcotráfico, y que le ha costado una denuncia ante el Tribunal Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad.

Según Human Rights Watch, los militares están implicados, bajo el pretexto de la lucha contra el narcotráfico, en 170 casos de torturas, 39 desapariciones y 24 ejecuciones extrajudiciales bajo el actual Gobierno.

El único candidato que ha asegurado que daría rápidamente marcha atrás en la militarización de la lucha contra el narcotráfico ha sido López Obrador, mientras el resto apoya de una u otra forma su continuidad.

Muy lejos de las posibilidades de alcanzar la Presidencia se encuentra un cuarto candidato, Gabriel Quadri, del Partido Nueva Alianza (Panal), un hombre de paja tras el que se encuentra la poderosa líder vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de Educación, Elba Esther Gordillo, «La maestra», vinculada a las mismas prácticas de clientelismo y caciquismo del PRI, al que dejó para apoyar al PAN de Fox y ahora dirigir su propio partido, eso sí, sin dejar de mantener una estrecha relación con el priísmo y con Peña Nieto.

compromiso

Los cuatro candidatos a las elecciones presidenciales han firmado un Compromiso de Civilidad Electoral, por el que se comprometen a acatar los resultados electorales y a rechazar las prácticas irregulares durante la jornada de votación.

Fraude

De acuerdo con la más reciente encuesta de Latinbarómetro, recogida por el diario «La Jornada», el 62 % de los mexicanos cree que no se respeta la ley, el 55 % tiene poca confianza en los jueces, y 71 % considera posible el fraude electoral.

acusaciones

El PRI ha sido acusado de violar los topes de gastos legales de la campaña electoral entregando más de 700 millones de pesos (50 millones de dólares) a través de tarjetas de débito a operadores de la campaña de Peña Nieto.

Nuevos movimientos sociales vigilan de cerca a los políticos

Aunque el candidato Peña Nieto gane las elecciones, México no es el mismo que cuando gobernaba el PRI sin posibilidad de que se le disputara el poder. Hoy existen movimientos sociales que marcan de cerca a los políticos, fruto del hartazgo de la violencia, la pobreza y la corrupción. Con manifestaciones, debates electorales en internet o conciertos, ha irrumpido en la campaña el movimiento #Yosoy132. Los 131 universitarios que le dieron inicio como reacción a las acusaciones de Peña Nieto, consiguieron movilizar a 90.000 personas en el centro de México. La última de sus acciones ha sido la denuncia de la connivencia de las televisiones mexicanas con el candidato priísta.

El año 2011 fue el más violento de la última década. Entre los muertos se encontraba el hijo del poeta Javier Sicilia, que creó el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. Ha organizado dos caravanas por el país, prevé otra hacia Estados Unidos y reclama «detener la guerra fratricida entre mexicanos impuesta por Estados Unidos, que ha llevado a la actual escalada de caos, terror y violencia, con la consiguiente ruptura del tejido social».

Pero Calderón siguió empeñado en la misma estrategia que ha dejado un reguero de 60.000 muertos, 20.000 desaparecidos, ejecutados extrajudicialmente, torturados y fosas comunes, a manos del narcotráfico o de las fuerzas de seguridad. «Una elección en estas condiciones es una ignominia, más cuando esta guerra y los dolores inmensos que causa a sus víctimas directas y a sus framilias ni siquiera ha merceido ser considerada como una preocupación de primer orden por los partidos políticos y sus candidatos», lamentó Sicilia, que ha fustigado duramente a los cuatro presidenciables.  GARA

15 millones más

El número de pobres en México se calcula en 52 millones de personas, el 46,2% de la población, según datos de 2010, frente al 44,5% registrado en 2008. Desde que gobierna el PAN, el número se ha incrementado en 15 millones de personas.

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