UPN defiende la Ley de Partidos porque prefiere «vencer» a «convencer»
UPN celebró ayer la asamblea general anual de afiliados, en la que el líder del partido, Miguel Sanz, reiteró cuál es la posición de su partido ante un eventual proceso de normalización política en Euskal Herria. Rechazó cualquier reforma del marco jurídico, defendió la ilegalización de la izquierda abertzale y criticó al resto de partidos.
IRUÑEA
El presidente de UPN se dirigió a los afiliados de su partido para despejar cualquier duda que pudiera haber sobre el inmovilismo político del que hace gala desde su fundación. Por ello, Miguel Sanz alertó de los peligros que, a su juicio, podría conllevar cualquier cambio del estatus jurídico-político, no sólo en Euskal Herria, sino también en el Estado español.Concretamente, mencionó «el riesgo del resurgimiento de una política revisionista que cuestiona las bondades de la transición». Y abundó en esa idea: «El revisionismo genera acción y reacción, y este binomio en política es explosivo, pues debilita los cimientos de la convivencia y la democracia». Incluso se retrotrajo a la guerra provocada por el golpe de estado fascista de 1936 para comentar que «recordar con dignidad a quienes fueron aniquilados por defender sus ideas en una lucha fratricida de triste recuerdo no sólo es legítimo, sino loable», aunque matizó que «hacerlo desde la venganza y con ánimo revanchista no sólo es extemporáneo, sino criticable». Regresando a la actualidad, el presidente del Gobierno navarro insistió en que, en la lucha contra ETA, «hay que vencer, porque convencer a los terroristas no es posible». En ese contexto, instó al PSOE a «volver» al pacto con el PP y exigió al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, «claridad, transparencia y respeto a los navarros y su régimen foral, porque Navarra no puede estar en ninguna mesa [de negociación]». Al mismo tiempo que invitaba al Ejecutivo de Zapatero a «recuperar el espíritu de la Ley de Partidos», manifestó que UPN está «lo más abierta posible» para lograr «la unión de los demócratas y de los dos grandes partidos en referencia a PSOE y PP», porque «ése es el mejor camino que nos puede conducir a la esperanza de que un día podamos disfrutar de una paz y una libertad para todos». Afirmó también que el actual ordenamiento jurídico «no permite rodeos sobre instituciones comunes o dietas vasco-navarras que no son sino sucedáneos de federación de comunidades, expresamente prohibidos por la Constitución española».
Barcina se jacta de los ataques al euskara
IRUÑEA Otra de las voces que se escucharon en la asamblea general del partido fue la de la alcaldesa de Iruñea, Yolanda Barcina, que no dudó en incluir entre los méritos de su política institucional la vulneración de los derechos de los euskaldunes, las actuaciones contra movimientos juveniles o el vetar el txupinazo de Sanfermines a los ediles independentistas. Barcina llegó a afirmar que las ordenanzas municipales con las que quiere impedir la presencia del euskara en la rotulación viaria suponen un avance hacia «la igualdad de oportunidades». De esta forma quiso obviar los informes de organismos internacionales o las sentencias judiciales que han criticado las actuaciones del Ayuntamiento de la capital y del Gobierno de Nafarroa contra los euskaldunes. Otro de los «logros» de esta legislatura a la que le queda poco más de un año para concluir que destacó la dirigente de UPN fue el derribo del Euskal Jai, centro en el que distintos grupos juveniles venían desarrollando actividades sociales. «Dijimos que lo íbamos a derribar, y ya está derribado», indicó con orgullo.
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