CELTA 0
ATHLETIC 1
BILBO
Faltan todavía muchas jornadas y habrá que sufrir hasta la última por lo menos como ante el Celta, pero el triunfo en Vigo le debe servir al Athletic para empezar una semana tan importante como ésta en la mejor posición posible. Los puntos de diferencia no son muchos el descenso está a sólo dos, aunque se ha conseguido avanzar hasta el puesto catorce dejando a tres rivales directos por detrás. Además, hay que tener en cuenta que el miércoles recibe al Espanyol en San Mamés y el sábado a Osasuna, por lo que tiene una oportunidad inmejorable para poner espacio de por medio. Casi un año ha tenido que esperar el Athletic para encadenar dos victorias consecutivas y han llegado en el momento oportuno, cuando más falta hacía.
Lo ocurrido en Balaídos fue un calco de los partidos que ha conseguido ganar el Athletic durante esta temporada fuera de casa. Fuertes atrás y máxima efectividad en ataque, demostrando que mantener la portería a cero es sinónimo de victoria para este equipo.
La incursión de Murillo en el centro del campo no fue la única novedad en la alineación rojiblanca ya que Clemente también sorprendió con la ubicación de Yeste e Iraola, que actuaron cambiados de banda. La iniciativa del juego recayó desde el comienzo en manos del Celta mientras el Athletic esperaba metido atrás presionando en el centro del campo.
El partido se le puso de cara pronto al Athletic, que en el primer acercamiento se adelantaba en el marcador gracias a un oportuno tanto de Aduriz. Sin embargo, el principal artífice de la jugada fue un Fran Yeste que condujo a la perfección el contragolpe.
Si el de Basauri era la principal referencia ofensiva rojiblanca y comenzó el partido muy entonado, la habilidad de Silva ponía en aprietos a la poblada defensa del Athletic. Tras el gol, el Celta dispuso de un par de ocasiones en un remate de Baiano y un disparo del propio Silva.
Los de Clemente, por contra, tuvieron que sufrir durante toda la primera mitad para aguantar el resultado. Al principio, daban sensación de peligro con varias combinaciones entre Yeste, Aduriz y Etxeberria, pero en el tramo final el acoso gallego fue en aumento y Canobbio dispuso de la mejor ocasión a puerta vacía debido a un malentendido entre Luis Prieto y Lafuente.
El monólogo del Celta continuó tras el descanso y el Athletic, aunque con apuros, conseguía defenderse con solvencia sin ceder ocasiones claras. En los primeros instantes sufrió bastante al meterse demasiado atrás, pero a partir del cuarto de hora logró alejar el juego de su portería.
La entrada de Tiko fue importante para intensificar la presión sobre el creador de los gallegos, Oubiña, y reforzar el centro del campo. Con el navarro sobre el terreno de juego se perdió el poco fuelle que había arriba para ganar en consistencia, solidez y sacar al equipo de su área.
El alivio tampoco duró demasiado ya que el Celta se fue a por la igualada con descaro y el sufrimiento al que estamos acostumbrados todos los seguidores rojiblancos durante la presente temporada fue creciendo según se acercaba el final del encuentro.
Con uno menos por expulsión de Exposito, el Athletic aguantó el resultado a base de sacrificio durante el tiempo de descuento para regresar de Vigo con un triunfo que no le aleja del descenso, pero deja a muchos equipos por detrás.