Los fabricantes de productos siderúrgicos, reunidos en Unesid, han realizado una guía de prevención de riesgos laborales en el sector para ayudar a los trabajadores a tener una mayor seguridad cuando realizan las tareas. No obstante, la falta de información, de formación y la elevada precariedad en el sector son ya de por sí problemas importantes que se producen en la industria siderúrgica.

La guía práctica recoge un listado de once riesgos fundamentales en las empresas del sector, aunque algunas de ellas son comunes a otros. Se encuentran las caídas del personal al mismo nivel ya distinto nivel; exposición a contactos eléctricos o fuentes de energía; caídas de objetos en manipulación;proyección de fragmentos y partículas;golpes, choques y atropellos por objetos móviles; atrapamientos por o entre objetos;golpes y cortes por objetos y herramientas; exposición a ruidos y vibraciones; exposición a temperaturas extremas; a contaminantes químicos por inhalación;a químicos por ingestión; a contaminantes por vía de la piel; a sobreesfuerzos físicos; a posturas inadecuadas y también referidos a la organización del trabajo.

Todas estas guías que se elaboran en diferentes sectores son necesarias. Pero su efecto se debe matizar, porque en muchos casos es simplemente un lavado de cara para el empresarios para decir que ya ha realizado ese trabajo en colaboración con algunos sindicatos, y ha cumplido con su responsabilidad respecto a tener el centro de trabajo en condiciones de salud e higiene adecuadas.

Eso no basta. Tener una guía y entregársela al personal no exime de las responsabilidades que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece para los centros de trabajo, aunque la guía nos ayudará a poder prevenir y responder mejor ante los peligros.

En la actividad siderometalúrgica confluyen una gran variedad de riesgos, que en la guía de Unesid se reflejan. En el riesgo de caídas de personas al mismo nivel, que es bastante elevado en las empresas, se recomienda «comprobar que los sistemas de recogida y drenaje existentes en los equipos no tienen ninguna anomalía que puedan ocasionar pérdidas de líquidos para evitar su esparcimiento por el suelo».

En la ejecución de los trabajos, se exige a los empleados que mantengan «el orden y limpieza en todas las instalaciones, siendo de especial importancia las zonas de paso de vehículos y peatones». También advierte de la necesidad de que si se detectan las luminarias en mal estado o no funcionan, «avisar a los encargados para su reparación inmediata». Muchos de los accidentes de trabajo que se producen en las empresas del sector son debidos a la pésima iluminación. Se deben evitar la acumulación de desechos en el suelo o sobre las máquinas». Insiste en que las salpicaduras o derrames de aceite y otros líquidos en el suelo deberán cubrirse con un compuesto absorbente y limpiarse con rapidez. También recomienda que cuando los trabajadores detecten que el pavimento se encuentra en mal estado, con huecos o irregularidades, «se debe corregir lo antes posible, para evitar accidentes». Mientras exista esa irregularidad, se debe señalizar de forma visible el riesgo, para evitar consecuencias en el tránsito de otros trabajadores o vehículos por la zona. Otro eje de atención se centra al finalizar los trabajos, porque debe quedar la zona «ordenada y limpia».Las herramientas manuales y los materiales utilizados durante la jornada deberán colocarse en el lugar destinado para ello. «Hay que evitar dejarlos en el suelo, en la máquinas o en cualquier otro lugar que no sea el habitual para evitar el peligro», indica la guía.

También cuando se termine el trabajo con las máquinas o equipos de trabajo se debe dejar todo ordenado, a la vez que tiene que comprobarse que las máquinas cuentan con la protección adecuada para no sufrir accidentes. Es obligatorio eliminar con rapidez los desperdicios, las machas de grasa y los residuos de sustancias. -

BILBO