El mozart ilustrado
La mayor exposición monográfica sobre Mozart en 2006, en que se conmemora el 250 aniversario de su nacimiento, ha sido presentada este fin de semana en el museo Albertina de Viena. Bajo el título "Mozart-El experimento de la Ilustración", la muestra repasa no sólo la polifacética personalidad del compositor, sino que lo incardina en el movimiento cultural de su tiempo: el Silgo de las Luces.
La galería vienesa expone en su recibidor una relampagueante metáfora de la capacidad visionaria humana: un gigantesco globo transparente de material plástico que gravita sobre la cabeza del sorprendido visitante. La obra, titulada “La conquista del aire”, la ha realizado Klaus Pinter en exclusiva para esta muestra, que se podrá visitar a lo largo de los próximos seis meses, y es, según el autor, un homenaje a los hermanos Montgolfier, inventores del globo aerostático, que en el Siglo de las Luces permitió desafiar a la ley de la gravedad. Así se inicia un audaz viaje al centro de una época y a «las muchas personas» que fue Mozart (1756-1791), en un intento de acabar con su imagen kitsch de genio romántico aniñado, inconsciente y alocado, explicó Herbert Lachmayer, el comisario de la muestra. La idea es «poner a Mozart en su contexto», explica Lachmayer, es decir, mostrar qué tipos de ideas, reflexiones y visiones moldearon la forma de pensar del genio. «La muestra quiere ser una ‘ópera del conocimiento’ que refleje cómo el espíritu de su época se deja traslucir en su obra», remarcó. La exposición incide en los muchos «rostros» de Wolfgang Amadeus Mozart, en la pluralidad de estilos que coexisten en su música y su vida, dando la sensación en muchas ocasiones de que «no era una persona, sino una multitud». La ambiciosa muestra recurre a las últimas tecnologías, ya que incorpora proyecciones, animación digital y efectos de sonido, pero lo que realmente sorprende al visitante son algunos de los documentos expuestos, como la factura original de la funeraria por arrojar el cadáver del genio a una fosa común. Inhumar a Mozart costó exactamente 161 florines, según se ve en la factura, un dinero que a duras penas pudo costear la viuda, Constanze, debido a las deudas que arrastraba al morir el autor. Cartas, partituras, retratos de él y de sus familiares o piezas de mobiliario de época son algunos de los objetos que se pueden ver para obtener una panorámica de un tiempo de cambios en el que las nuevas ideas bullían.
Documentos únicos
La muestra trata de llegar a los aspectos más recónditos del personaje, como refleja una carta de 1788 en la que pide «1.000 o 2.000 florines» a su amigo Michael Puchberg, que era masón, como él mismo. Mozart formó parte de la masonería durante los siete últimos años de su vida.Sus cartas llenas de tachaduras, escritas con una letra diminuta y a primera vista ininteligible, dan cuenta de la nerviosa personalidad de un compositor que creó más de seiscientas obras en menos de 36 años de vida y que compuso su primera ópera a los 12. En otro de los documentos expuestos, un grabado de 1786 de gran rareza, hallado recientemente en la biblioteca de la Universidad de Viena, se representa en el castillo de Schoenbrunn a Antonio Salieri (1750-1825) y a Wolfgang Amadeus Mozart compitiendo por el favor musical del emperador José II de Austria. Otro de los aspectos de la muestra es un juego de influencias entre la Ilustración y la moda actual, con vestidos de gala de diseñadores de renombre, como Christian Dior o Roberto Capucci, marcado por la estética Rococó. Si el visitante busca una sesión continua de exposiciones sobre Mozart en Viena, puede encadenar el recorrido por el Albertina con el de otras muestras, entre ellas, la dedicada en el museo infantil Zoom a los inicios del compositor como niño prodigio, o la del Museo Judío sobre Lorenzo da Ponte, célebre libretista amigo íntimo del gran compositor. Austria celebra este año a lo grande el 250 aniversario del nacimiento de Mozart con un sinfín de actos culturales, repartidos entre la ciudad que lo vio nacer, Salzburgo, y Viena, en la que murió. -
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