BARCELONA

«Estoy contento por los jugadores porque están creciendo en confianza y autoestima, sienten que están en un buen momento físico y anímico, y se sienten útiles e importantes en esta plantilla. El equipo es consciente de que está haciendo historia en Osasuna», admitió el preparador rojillo.

A pesar de que la escuadra navarra ha vuelto a encauzar su juego y resultados de la primera vuelta, “El Vasco” prefirió, en la línea habitual, mostrarse cauto ante lo que se avecina «porque tenemos un partido durísimo a mediados de semana, todavía quedan treinta puntos en disputa y aún no hemos hecho nada».

Centrado posteriormente en el análisis del duelo ante el Espanyol, Aguirre reconoció que «el panorama no era el mejor cuando, a poco más del cuarto de hora, nos hicieron un gol prácticamente en la primera llegada», lo que provocó a su entender que se desenterraran «viejos fantasmas respecto a que este campo no nos va bien» y a pasadas situaciones en las que, «después de hacer grandes partidos ante Madrid y Barcelona, el equipo suele caerse».

Todo ello trajo consigo, según explicó el míster osasunista, que flotara en el ambiente «un cierto pesimismo, pero afortunadamente no se descompuso el conjunto, mantuvo el orden y encontramos tres goles casi de una tacada».

Insistiendo en ello, Aguirre se enorgulleció de que sus pupilos «no perdieran la compostura e intentaran jugar al fútbol con buena movilidad y muy seguros». Todo ello fruto de que «el equipo ha crecido en personalidad, tanto para el manejo de partidos como para reconvertir a favor marcadores que se ponen en contra, en general para superar circunstancias adversas».

El preparador mexicano, que indicó que ya estaba previsto introducir un defensa más mediada la segunda parte, no quiso pronunciarse sobre el futuro: «Hasta que no cumplamos las 38 jornadas no sé dónde vamos a quedar al final, 52 puntos de momento no nos alcanza para nada y hay que seguir en cada partido intentando sumar para ver en qué lugar termina este equipo rojo».

Protagonistas

Elia. Alternó seguridad con algunos amagos de salidas en falso. Nada pudo hacer en los goles. En línea ascendente.

Javier Flaño. Tras su magnífico marcaje a Ronaldinho, no se relajó en Montjuïc y secó tanto a Fredson como a De la Peña.

Cuéllar. Volvió a demostrar que está muy firme en defensa. Se anticipó a los delanteros periquitos y un corte suyo propició la contra del 1-2.

Josetxo. Se complicó la vida en algunas salidas y despejes. Conforme avanzó el choque y el equipo se echó atrás fue entonándose.

Clavero. Sin fisuras, guardó con autoridad su carril y se incorporó en más de una ocasión en apoyo de Valdo.

Puñal. Llevó el partido al ritmo que más le interesaba a Osasuna. Capitalizó la posesión del esférico y cuajó un buen encuentro

Muñoz. Quizás el mejor partido de la temporada. Puso el broche de oro con un golazo que sentenció el choque.

David López. El otro protagonista. De una u otra forma, participó en todos los goles, se metió entre líneas y remató a la zaga del Espanyol viniendo de atrás.

Valdo. Cooperó en los contragolpes rojillos, pero quizás pasó más desapercibido al estar en una posición menos habitual para él.

Webó. Volvió a marcar, estuvo muy incisivo cayendo a bandas y se notó su presencia para dinamizar las contras osasunistas.

Milosevic. Consiguió su octavo gol gracias a la buena colocación que le caracteriza y estuvo muy participativo en el juego ofensivo.