- Eibar -
Resignados al milagro como única solución
·La séptima derrota en Ipurua aumenta a nueve puntos la desventaja azulgrana respecto a la permanencia
EIBAR 0
ALMERIA 1
EIBAR El Eibar franqueó ayer la puerta de la UVI. Cayó por séptima vez esta temporada en Ipurua, lo que le coloca ya a nueve puntos del Tenerife, equipo que marca ahora mismo la frontera de la permanencia el Hércules tiene uno menos pero debe disputar dos partidos aplazados en su día.Una derrota que convierte en finales los trece encuentros que restan para concluir la temporada, que resigna a los azulgranas a aferrarse al milagro prácticamente como único camino para la salvación y que incluso podría costarle el puesto a Roberto Olabe. Difícil imaginar peor escenario para un equipo muy justito de fútbol, muy tocado de moral y con la obligación de sumar ocho victorias si no son más, teniendo en cuenta cómo reaccionan algunos de sus rivales directos en 13 jornadas, después de haber conseguido apenas 4 en 29. De momento, la reacción sigue haciéndose esperar, porque ayer se repitió la tónica de casi toda la temporada en Ipurua: un Eibar superior de inicio, un rival que aprovecha el primer azulgrana para marcar y se acabó el partido. La primera media hora, de hecho, fue un monólogo de los azulgranas, que incluso pudieron adelantarse en el marcador. David Asensio, que volvía al equipo tras una buena temporada en la enfermería, y Gorka Brit obligaron a ponerse las pilas a la defensa almeriense, aunque no acertaron a batir a Valerio. La ocasión más clara aunque cualquiera sabe, viendo la trayectoria armera en estas lides la evitó el árbitro que, una vez más infumable, no vio cómo las manos de Bermudo despejaban un balón en el área. Lo peor llegó casi de inmediato cuando el Almería, que hasta entonces se había limitado a estar en el campo, hizo lo que el Eibar no había sabido, aprovechar su oportunidad. Concretamente, una falta lejana botada por Galca que Uche apenas tocó para sentenciar el choque.
Impotencia
Llegó entonces el habitual ejercicio de impotencia del Eibar ante un rival tan cómodo que casi ni buscó la sentencia.Estuvo a punto de pesarle. A un cuarto de hora del final, empujado por una afición que se resiste a arrojar la toalla, el cuadro azulgrana recuperó el empuje e intentó poner cerco a la meta de Valerio. Incluso llegó a marcar, aunque el cabezazo de Brit quedó anulado por fuera de juego. El único resultado de la rabia, lamentablemente, fue la expulsión de Nené, expulsado tras revolverse por un codazo.
Fagoaga: «La situación es límite»
A.U.L.
EIBARIban Fagoaga reconoció en sala de prensa lo que todo el mundo sabe, que «la situación es límite». Con todo, y pese a admitir que «visto lo visto» hasta ahora, sumar ocho victorias en trece jornadas «parece una utopía», el capitán azulgrana cree «que sí se puede», aunque para conseguirlo haya que «darle la vuelta» a lo que viene sucediendo hasta ahora. «Un día fallas atrás, otro adelante... A ver si completamos por fin un partido sin errores y somos capaces de ganar», deseó. Nené, por su parte, reconoció que el equipo terminó el encuentro «desesperado. Quieres ganar, quieres hacerlo bien, lo pones todo... Estamos bastante fastidiados, pero mañana empezamos a trabajar para Castellón y tenemos que olvidarnos de todo lo demás». Lo principal para salir adelante es, en opinión del cántabro, «estar todos unidos, ir todos a una, y dejarnos la piel en el campo». Olabe se siente con fuerzas pero apela a una
decisión conjunta
A.U.L.
EIBAR No quiso hablar de milagros, pero Roberto Olabe reconoció a la conclusión del choque «hoy sí estamos en una situación muy complicada. No definitiva, pero sí muy complicada», admitió. Pese a todo, el técnico se siente «con fuerzas y capacitado» para sacar la nave adelante, aunque reconoce haciéndose quizá eco del runrun que corría ayer por Ipurua respecto a su posible destitución que, por encima de «primeras personas, tenemos que pensar entre todos qué es mejor para el Eibar. Vine aquí por una situación y la realidad es evidente», asumió. Pero a la espera de lo que pueda suceder, Olabe piensa ya en el futuro y en los partidos que deben enfrentarle aún a rivales directos. «No es una posibilidad remota, sino una buena oportunidad. Lo que pasa es que el hecho de ir obligados no nos está beneficiando», recordó.
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