Chivite: «El referéndum es una concesión a los ciudadanos, no al nacionalismo»
Tras el polémico acuerdo tomado por UPN y CDN en el Parlamento navarro, el líder del PSN, Carlos Chivite, relanzó ayer dos conceptos: por un lado, la necesidad «imprescindible» de un cambio de gobierno en 2007;por otro, la conveniencia de un referéndum, «que no es una concesión al nacionalismo, sino a la ciudadanía».
IRUÑEA
La declaración impulsada por UPN y CDN en la Mesa y Junta del Parlamento el pasado lunes y en la que se rechaza expresamente la opción de que formaciones abertzales puedan participar en el Gobierno navarro parece haber tenido el efecto contrario al que buscaba. Ambas formaciones pretendían con ello aumentar la presión sobre el PSN, contra el que ya desataron una intensa campaña después de que lograra cinco importantes alcaldías con votos abertzales hace tres años. Sin embargo, este grupo no sólo declinó participar en la votación del lunes, sino que ayer su líder, Carlos Chivite, constató que «hoy más que ayer, el cambio en Navarra no sólo es necesario, sino imprescindible. Ahora estoy más convencido».En una comparecencia para valorar la situación creada tras este inusitado acuerdo parlamentario, Chivite insistió en que el momento abierto por el alto el fuego permanente de ETA obliga a extremar la cautela, y aseguró que «nadie puede usar esta cuestión para intentar blindarse en el sillón presidencial», en referencia al líder de UPN, Miguel Sanz. Frente a los mensajes de este partido, al que respondió que «ni España se rompe ni Navarra está en riesgo», Chivite subrayó que «nosotros sí tenemos confianza en los navarros». Y, por ello, deseó que «tengan la libertad de pronunciarse, porque sabemos lo que van a decir, estamos seguros».
«Estamos seguros»
En este punto, Carlos Chivite citó la palabra «referéndum», lo que despertó el interés de los periodistas, que cuestionaron sobre qué versaría esta votación. El secretario general del PSN recordó que ya hace muchos meses que trasladó al Gobierno navarro la propuesta de someter a refrendo, por vez primera, un Amejoramiento reformado en aspectos muy leves. Su oferta cayó en saco roto;UPNno sólo lo considera innecesario, sino que ha llegado a defender como una peculiaridad a preservar el hecho de que el estatus actual de Nafarroa, al contrario que los de otras autonomías, nunca haya sido llevado a las urnas.Cuando se le solicitaron concreciones sobre el objeto de esta hipotética votación, Carlos Chivite indicó que «sería un referéndum de reforzamiento de la autonomía de Navarra». Y, en este punto, decidió «adelantarse a lo que mañana [por hoy] van a decir algunos» para aclarar que «el referéndum no es un concesión a los nacionalistas, sino a los ciudadanos». El secretario general del PSN insistió en la conveniencia de que se lleve a cabo esta votación y subrayó que su partido no teme al resultado: «Tenemos confianza y tenemos conocimiento del pensamiento de la inmensa mayoría de esta comunidad. Estamos tan seguros que rechazamos todos los mensajes negativos y de incertidumbre que se lanzan. Rechazamos la mentira interesada. Yno vamos a participar en ninguna ‘movida’ distorsionadora», apostilló.
A la orden de Madrid
Al inicio de su comparecencia, Carlos Chivite dio lectura a un escrito de cinco puntos elaborado por el PSN-PSOE en el que confirma la línea de acción adoptada el lunes por su portavoz parlamentario, Fernando Puras:«No es momento de hacer valoraciones intencionadas, declaraciones inoportunas ni pronunciamientos interesados por parte de grupos políticos o instituciones de ámbito local o regional sobre la apertura de un posible proceso de paz, ya que en estos momentos la calma y la cautela son elementos imprescindibles y la competencia y la responsabilidad están en el ámbito nacional».En línea con ello, el acuerdo de la dirección del PSN titulado «La paz, nuestra responsabilidad» expone que «la actuación del PSN-PSOE se va a fundamentar en la seriedad, la serenidad y la sensatez, y seguirá las líneas y orientaciones marcadas por las decisiones del Gobierno y por las resoluciones del Congreso de los Diputados, colaborando con ambos a lograr la unidad de los demócratas y el mayor consenso político». El último punto del texto leído por Chivite indica que «rechazamos el uso partidista del terrorismo y de Navarra, y no participaremos en maniobras de ninguna naturaleza, se produzcan en sede institucional o fuera de ella, que por meros intereses electoralistas puedan distorsionar o vengan a poner en dificultades el proceso trascendental y delicado que se puede abrir para llegar a la paz».
UPN y CDN rechazan un texto por la «solución dialogada»
GARA
IRUÑEA Tres días después de que rechazaran la inclusión de formaciones abertzales en el Gobierno navarro, UPN y CDN unieron sus votos también ayer en el Pleno del Parlamento frente a una moción que reclamaba apoyo para una «solución dialogada». El PSN volvió a eludir pronunciarse. La iniciativa fue llevada a la Cámara por Aralar, cuyo coordinador, Patxi Zabaleta, defendió que el alto el fuego de ETA «ha producido alegría en la sociedad» pero también «ha dejado en manos de los políticos una gran responsabilidad. Debemos responder a esta oportunidad sin igual poniendo todo nuestro esfuerzo». En concreto, proponía al Parlamento que instara al Gobierno navarro a ser «un agente activo» en ese proceso «para poner las bases a una paz sin vencedores ni ven- cidos». Carlos García Adanero se encargó de exponer la posición de UPN, subrayando que «lo normal» sería que ETA desapareciera. Añadió que no tenía sentido un apoyo de la Cámara a ese proceso ya que «creemos que esto lo tiene que liderar el presiden-te de España, no el Parlamento ni el Gobierno foral». Juan Cruz Alli, presidente de CDN, aludió también a que el protagonismo recae en ETA y el Gobierno español. Y se quejó de que este ti-po de propuestas parlamentarias «buscan un protagonismo que no nos dan ni los unos ni los otros», por lo que votó en contra. Fernando Puras reiteró que su grupo, el PSN, considera que «ha pasado el tiempo de hacer declaraciones y posicionamientos que en nada contribuyen», por lo que confirmó que no votarían siquiera. «Hay que pedir tiempo para dar una oportunidad a la paz, que debe ser un logro de todos», valoró. IUN, EA y PNV apoyaron el texto de Ara-lar, pero resultó insuficiente. Sanz: «Yo camino» Anteriormente se había producido un debate similar a consecuencia de una pregunta formulada por IUN al presidente del Gobierno navarro, Miguel Sanz, sobre cuál es su posición en la nueva situación creada. Sanz negó que esté anclado en el inmovilismo: «Estoy caminando constantemente y sin pararme por conseguir el final del terrorismo, no ahora, sino hace mucho tiempo», argumentó. Pero, a continuación, subrayó que «la única ruta que debe seguirse en esta nueva situación es exigir el abandono de las armas por parte de ETA» y «reclamar el cumplimiento del Estado de Derecho, aunque pidiendo generosidad a las víctimas para que comprendan las actuaciones que haya que hacer para alcanzar ese fin», matizó. Un libro iniciado por Zapatero y ETA, «que ahora
debemos escribir todos»
Carlos Chivite recurrió a una metáfora para situar el proceso que se está llevando a cabo. Dijo que «estamos escribiendo un libro que puede ser histórico para este país», y al que puso por título «Hacia la paz desde la Constitución». Según su tesis, el prólogo de esta obra lo inició José Luis Rodríguez Zapatero al proponer el Pacto PP-PSOE. Después, estimó que la primera página fue redactada por el Congreso de los Diputados con la resolución de mayo del año pasado para un futuro diálogo con ETA. «La segunda página la escribió ETA con el alto el fuego permanente, y la tercera le toca al Gobierno, que es a quien le corresponde verificarlo». A partir de ahí, indicó que «las siguientes páginas debemos escribirlas entre todos», y remarcó este concepto integrador: «El éxito tiene que ser compartido, sin que nadie intente hacer electoralismo». -
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