Elecciones legislativas en Italia
Decenas de opciones políticas, sólo dos caras visibles
Los italianos elegirán este domingo a su nuevo Parlamento, en principio, para los próximos cinco años. Las dos coaliciones que se disputan estas elecciones aglutinan a 26 fuerzas políticas, desde la derecha neofascista hasta el comunismo. Como cabezas visibles, en cambio, sólo aparecen dos hombres: Silvio Berlusconi, actual primer ministro, y Romano Prodi, quien según los sondeos podría arrebatarle el poder.
Berlusconi llega a las elecciones generales desgastado. Constantemente salpicado por denuncias por corrupción, actualmente se enfrenta a numerosos juicios por ello. Aun así, no parece que esto haya sido determinante para su pérdida de apoyo popular. El estancamiento económico, la progresiva pérdida del estado de bienestar y la subida de precios tras la implantación del euro, sobre todo, pero también su apoyo al fiasco de la ocupación de Irak, han hecho mella en su electorado. Il Cavaliere recibió el primer toque de atención de los italianos en las elecciones regionales del año pasado. Ahora, los sondeos más recientes vaticinan su derrota.Confirmar o no ese pronóstico está en manos de los italianos, que en su cita con las urnas del domingo y lunes tendrán que encontrar su opción en una enorme papeleta de 40x22 centímetros. Allí figuran los nombres de las varias decenas de partidos. No obstante, sólo dos coaliciones cuentan con posibilidades de llegar al Gobierno: la Casa de las Libertades y La Unión. En total, ambas agrupan a 26 fuerzas.
Amalgama de ideologias
La Casa de las Libertades está compuesta por diez formaciones: la principal es Forza Italia, del primer ministro. Silvio Berlusconi tomó prestado el grito insignia de los seguidores de la selección de fútbol italiana, Forza Italia, para dar nombre al partido que creó en 1994, cuando decidió meterse en política. El principal socio en el Gobierno de Forza Italia es Alianza Nacional, de raíces neofascistas, aunque ahora se hace llamar de derecha conservadora. Gianfranco Fini, ministro de Exteriores y líder de esta formación, es considerado por muchos como el sucesor de Berlusconi si éste pierde estas elecciones. Más a la derecha se coloca la Liga Norte, dirigida por Umberto Bossi, defensora de los intereses del norte rico y con tintes racistas. Otro partido, la Llama Tricolor, encabezado por Luca Romagnoli y defensor de la pena de muerte, refuerza el flanco de la derecha. Como colofón, la Alternativa Social, de Alessandra Mussolini, nieta y heredera ideológica del dictador fascista Benito Mussolini. En el centro, están la Unión Democristiana (UDC), de Pier Ferdinando Casini. Completan la coalición partidos con un programa muy concreto, como la Federación de Pensionistas, No Euro y los Verdes. La convivencia de esta amalgama de fuerzas políticas en la Casa de las Libertades no es ni mucho menos idílica. Algunas de ellas chocan en varios puntos: la Liga Norte, por ejemplo, es defensora férrea de un federalismo que garantice los privilegios de los ricos del norte, mientras que la Alianza Nacional y la UDC cuentan con apoyo en el sur más empobrecido. La otra coalición que se disputa el Gobierno es La Unión. Se da la circunstancia especial de que Romano Prodi no tiene un partido propio, lo que está siendo aprovechado por Berlusconi para augurar que, si gana estas elecciones, sus socios se desharán de él como hicieron en 1996. Entonces ganó Prodi, pero sus aliados forzaron su renuncia cuando sólo llevaba dos años en el Gobierno. Massimo D’Alema le sustituyó al frente del Ejecutivo. En 2001, la atomización de las fuerzas de este espectro político dio lugar a que el magnate de los medios de comunicación les arrebatara el poder. Ahora, sin embargo, 16 fuerzas políticas se han acercado a la sombra de La Unión. Los Demócratas de Izquierda herederos del comunismo reconvertidos en socialdemócratas, la Margarita al centro, la Rosa en el Puño unión de socialistas, liberales y radicales y la Refundación Comunista a la izquierda son los ejes de la coalición. Precisamente Fausto Bertinoti, líder de esta última formación, fue el artífice de la caída de Prodi en 1996. Los Verdes, Pensionistas, Codacons asociación de consumidores, o la Lista di Pietro, completan La Unión. -
DONOSTIA
Independentistas, con la union
Aunque en la información de la campaña electoral italiana que llega por agencias y otros medios de comunicación las reivindicaciones territoriales pasan desapercibidas, esto no significa que no existan. Varios pueblos bajo la Administración de Roma tienen formaciones políticas independentistas o autonomistas, algunas de ellas se presentan integradas en la coalición de Prodi. Es el caso del Partido del Tirol Sur (SVP, Südtiroler Volkspartei). Italia se anexionó la parte sur del Tirol tras la primera Guerra Mundial. El SVP se formó en 1945, para defender los derechos lingüísticos de los que hablan alemán y ladino. Este partido tiene el apoyo del 50% de la población del enclave. La semilla de la actual Liga del Frente Veneto fue creada en 1998 y, si bien al principio se coaligó con la Liga Norte, la unión se deshizo cuando la última se alineó con Berlusconi. La Liga por la Autonomía de los Lombardos y la Nación Cerdeña son otras formaciones que pueden elegir los ciudadanos.
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