La explosión de un coche bomba en el cementerio de Najaf causa diez muertos
La explosión de un coche bomba en la entrada del cementerio de la ciudad santa chií de Najaf causó la muerte de diez personas, en el atentado más mortífero de ayer en el ocupado Irak. Este ataque sectario llevó a las autoridades religiosas sunies a ordenar el cierre de todas las mezquitas de esta comunidad en Basora por temor a atentados.
BAGDAD
El coche cargado de explosivos estalló en un aparcamiento situado entre el cementerio de Wadi Esalam y el mausoleo del Iman Ali Abu Taleb, el más sagrado para los chiíes del mundo. El aparcamiento, sin embargo, se encontraba casualmente semivacío.No obstante, las fuentes no se pusieron de acuerdo sobre el número de víctimas del atentado. Inicialmente, la cadena de televisión Al Jazeera aseguró que la explosión causó 20 muertos y 50 heridos. La cifras descendió después a diez, según informaron a France Presse el responsable de la morgue del hospital Hakim de la ciudad la agencia española Efe ofrecía la misma cifra, citando a fuentes del Ministerio del Interior, mientras que la Policía reducía el número de muertos a cinco. Ante el temor a nuevos atentados, el Comité de Ulemas Musulmanes (CUM), máxima autoridad suní en Irak, instó al cierre de todas las mezquitas suníes de Basora, en el sur. El CUM y la organización responsable de los templos suníes en Irak han solicitado, además, la suspensión de los rezos en lugares públicos, que según la tradición suní se realizan cinco veces al día. En un comunicado se afirma que las medidas fueron tomadas por «el grave deterioro de la seguridad en la ciudad de Basora durante los últimos días, con asesinatos y tensiones interconfesionales». Estas organizaciones responsabilizan a los ocupantes EEUU y Gran Bretaña de la situación que viven los suníes y llaman a los aparatos políticos del Estado a «asumir su responsabilidad nacional y detener esta terrible situación que nunca antes ha vivido Basora». Entretanto, además de los diez muertos de Najaf, la jornada se saldó con otras ocho víctimas mortales. En la localidad de Al Hasua, un grupo de desconocidos mató a tiros a cinco iraquíes e hirió a otros que viajaban en un minibus, según la Policía. En Bagdad, en el barrio Al Alam, un policía murió y otros siete resultaron heridos en dos ataques con cargas explosivas contra patrullas policiales. Entretanto, en Kirkuk fue tiroteado un agente de tráfico y fue hallado un cadáver con la cabeza decapitada.
40.000 suníes muertos bajo el mandato de Al Jaafari
GARA
BAGDAD El dirigente del Comité de Ulemas Musulmanes (CUM) iraquíes, Harith Dari, máxima autoridad suní del país, aseguró que más de 40.000 suníes han muero durante el Gobierno de transición presidido por el chií Ibrahim al-Jaafari. En una entrevista concedida al canal de televisión qatarí Al Jazeera y que fue difundida ayer por la mañana, Dari añadió que más de 1.500 de estos suníes han sido asesinados desde el atentado contra un mausoleo chií en la localidad de Samarra, el 22 de febrero pasado. Estas declaraciones constituyen la primera acusación directa contra el Gobierno encabezado por al-Jaafari, que asumió la presidencia tras las elecciones de enero de 2005 que habían otorgado la mayoría del Parlamento a la chií Alianza Unida Iraquí (AUI). Los dirigentes suníes responsabilizan a los escuadrones de la muerte, a los que se relaciona con el Ministerio del Interior, del secuestro y la muerte de suníes en venganza por el atentado contra el mausoleo chií de Samarra. El Ministerio de Interior ha admitido la existencia de «milicias incontroladas» de chiíes, pero ha insistido en que no existe ninguna vinculación entre estas y ningún organismo oficial proestadounidense. Entretanto, el futuro político del propio al-Jaafari sigue siendo incierto. Ayer, los líderes chiíes se opusieron a la reunión prevista para la próxima semana en la que se iba a decidir el futuro del primer ministro, y podrían recurrir al gran ayatolah Ali al Sistani para negociar la formación del nuevo gobierno títere.
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