ERBIL
Cientos de simpatizantes del Partido de la Solución Kurda, formación del Kurdistán Sur próxima al PKK, se manifestaron ayer en la ciudad de Erbil, a unos 350 kilómetros al norte d Bagdad, para denunciar el régimen turco por la represión de las manifestaciones en Kurdistán Norte, que causaron la muerte de doce personas, además de otras tres en Estambul.Los manifestantes exigieron al parlamento kurdo que fije su posición contra las actuaciones de las fuerzas turcas contra los kurdos. Asimismo, denunciaron el régimen turco y el «asesinato de niños». En las protestas murieron tres niños.
Faiq Kawlabi, dirigente del Partido de la Solución Kurda, llamó a «los kurdos [de Irak] a apoyar a sus hermanos [de Turquía] y a sostener su levantamiento».
Erdogan rechaza críticas
Por su parte, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, rechazó ayer las críticas que le han llegado desde Europa por el uso desproporcionado de la fuerza policial durante las protestas kurdas. Al mismo tiempo, el Ejército turco se mostró decidido a aplastar a los independentistas del PKK.
Erdogan dijo que «nuestras fuerzas de seguridad han mostrado una actitud tolerante jamas vista en otros países, pese al riesgo de que podían resultar muertos o heridos». Sin embargo, los doce ciudadanos kurdos muertos por las balas turcas eran civiles desarmados.
Los periodistas turcos pidieron a Erdogan su opinión en una supuesta carta enviada por parlamentarios europeos, en la que, al parecer, se amenaza al Estado turco con suspender las próximas negociaciones de adhesión de octubre, en caso de que que no se respeten los derechos del pueblo kurdo.
Erdogan se remitió a los cinco soldados y al policía turco muerto en ataques del PKK el martes.
Los funerales de los efectivos turcos se llevaron a cabo ayer en un ambiente tenso, con cientos de personas lanzando eslóganes contra el PKK y pidiendo la ejecución del líder del PKK, Abdullah Ocalan, secuestrado en Kenia en 1999 y encarcelado en la isla prisión de Imrali.