Restitución parcial de Stormont y ultimátum
Los primeros ministros de Irlanda y Gran Bretaña, Bertie Ahern y Tony Blair, respectivamente, eligieron Armagh para presentar su plan de rescate de Stormont. A la par de tomar medidas para restituir parcialmente el sistema institucional de transición acordado para los Seis Condados en el Acuerdo de Viernes Santo, ambos colocaron sobre la mesa un ultimátum. Es ese «o lo tomas o lo dejas» el que plantea más interrogantes, aunque tanto los unionistas moderados como Sinn Féin valoraran ayer que lo importante es poner de nuevo a andar la máquina de unas instituciones bloqueadas de facto desde 2002. El anuncio, que sobre el papel pone fecha de caducidad al veto unionista en el origen del colapso institucional, llega después de la muerte del espía Donaldson, un caso que ha tratado de utilizar de nuevo el partido de Ian Paysley, pero que no ha logrado interrumpir, esta vez, los planes de Ahern y Blair. Ambos convocaron a la Asamblea de Stormont para el 15 de mayo, fecha que marca el punto de partida para lograr un acuerdo de gobierno entre unionistas y republicanos, que tienen de plazo para ello hasta el 24 de noviembre. La vuelta a la Asamblea de Stormont es la parte positiva del anuncio; la incógnita, si el ultimátum hará desistir al unionismo mayoritario en su obstruccionismo. -
No es cuestión de siglas, sino de fondo
Que Batasuna pueda intervenir en política en igualdad de condiciones con el resto de formaciones no es una cuestión de cambio de siglas, ni el legítimo intento de ejercer los derechos civiles y políticos puede leerse en clave de pulsos coyunturales. El problema es más de fondo y tiene un nombre, Ley de Partidos. Un catálogo redactado expresamente para ilegalizar cualquier expresión orgánica del amplio sector social que tiene a Batasuna como referente político. Ahí están los antecedentes de Aukera Guztiak, Herritarren Zerrenda, AuB y las más de doscientas candidaturas municipales prohibidas. Mientras no desaparezca esta Ley de Partidos, el Gobierno siempre tendrá en su mano un instrumento con el que amenazar a la izquierda abertzale y tratar de condicionar su actividad. Si el proceso debe afrontarse sin coacciones y en igualdad de condiciones, la Ley de Partidos está de sobra. -
15 trabajadores muertos en tres meses
Un trabajador autónomo, fallecido ayer en Zornotza, y un empleado de la empresa Lezama, muerto el martes en Madrid, son las dos últimas víctimas de la alta siniestralidad laboral que registra Euskal Herria. En poco más de tres meses, 15 trabajadores han perdido la vida en sus puestos de trabajo, unas cifras que no pueden minimizarse con alusiones, como las que recientemente se hicieran desde Confebask, a la forma de contar los accidentes y de hacer las estadísticas. Por lo demás, y sin dejar de insistir en la necesidad urgente de mejorar la seguridad, la lucha contra la precariedad, contra contratos basura como los CPE, resulta clave para hacer que la fotografía de nuestro mercado laboral no se tiña de luto casi todas las semanas. -
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