GaraAzkenak - Paperezkoa - English Edition  |  Le Journal |  Dokumentuak
EUS | ES | FR | ENG
 » PAPEREZKOA
  -Aurkibidea
  - EuskalHerria
- Jendartea
- Ekonomia
- Iritzia
- Mundua
- Kultura
- Kirolak
 » AZKENORDUA
 » ENGLISH EDITION
 » DOSIERRAK
 » DOKUMENTUAK
 » IRUDITAN
 » HEMEROTEKA
 » Produktuak
Gara > Idatzia > Ekonomia 2006-04-23
Unai SORDO | CCOO - Bizkaia
Rebelión antiprecariedad

Tras un largo rosario de movilizaciones, manifestaciones y debate político mucho más centrado en el foro mediático que en el propiamente institucional, el primer ministro de la República Francesa ha retirado el proyecto de Contrato de Primer Empleo (CPE). Anteriormente, en una extraña voltereta, el presidente Chirac lo había promulgado, eso sí, recomendando su no aplicación,

Este intento de reforma produjo la contundente respuesta de las organizaciones sindicales y juveniles. Imágenes de protestas masivas, paros y huelgas, amplio rechazo del conjunto de la población y prácticamente unánime entre la juventud... ¿Qué ha ocurrido en Francia para volver a contemplar imágenes de grandes manifestaciones, enfrentamientos con la Policía, rechazo social en suma a una medida como la del CPE?

Condensando en una frase, podríamos decir que el Gobierno de Villepin tomó, de manera unilateral (sin ningún tipo de diálogo social ni siquiera tramitación parlamentaria), una medida nítidamente discriminatoria con un colectivo (los menores de 26 años), utilizando como pretexto para abaratar el despido, las cifras de desempleo juvenil francesas.

Medidas unilaterales que suelen ser auténticas tentaciones de los gobiernos, tirando por la calle del medio, sin querer darse cuenta de que este tipo de actuaciones no sólo son injustas, sino incluso inútiles cuando cuentan con un fuerte rechazo sindical y social. La frase «póstuma» de Villepin «no existen las condiciones necesarias de confianza y serenidad, ni entre los jóvenes ni entre las empresas, para la aplicación del CPE» ilustra bien esto. Podemos recordar el último decretazo del Gobierno Aznar, que provocó una huelga general que dio al traste con la reforma y empezó a catalizar el descontento social de gran parte de la población.

Discriminatorio porque descausaliza el despido, otorga pleno poder al empresario para decidir, sin precisar ningún motivo, cuándo dar por finalizado un contrato, y vincula esto a la gente joven. Resulta curioso que una generación formada, cuya cualificación necesita el requisito de la experiencia, sea condenada a sufrir un despido prácticamente libre. ¿No hay otras formas de fomentar esa primera contratación? ¿Por qué se confunde el despido barato y el ahorro de costos con la creación de empleo? Nada de todo esto que está sucedido en Francia nos puede ser ajeno. Compartimos un espacio de intercambio económico, comercial y productivo. Somos acosados por un sistema que pretende regirse por la competitividad sin normas, lograda por el abaratamiento de costes laborales como fórmula mágica. También las patronales que nos afectan plantean medidas en esta línea. Fomentar el empleo a través de su precarización mas burda. Despido sin causa, contratación a la carta, disponibilidad total del empresario en todos los ámbitos de las relaciones laborales...

Habrá que decirlo mil veces. No son ni serán estas medidas las que creen empleo, ni hagan un mercado laboral cohesionado, ni una sociedad decente. Ni siquiera más competitiva. El mejor capital de Europa somos los trabajadores y trabajadoras.

Por eso la lucha de la clase trabajadora y los estudiantes de Francia también es nuestra lucha. La de las organizaciones sindicales que no vamos a permitir crear Europa contra nosotros. Contra nuestros derechos, contra un modelo social que avance en justicia y equidad.

Se achaca a los sindicatos posturas inmovilistas, incapaces de afrontar el futuro global que nos envuelve. CCOO responde que quien pretende que las relaciones laborales se rijan desde la unilateralidad, la desregulación, la reducción de costes laborales... planea en un vuelo bajo. La formación continua, la estabilidad y dignidad del empleo, la investigación, la coparticipación y organización de los trabajadores son los mimbres necesarios para crear el cesto del espacio económico y político social europeo.

En el París de Mayo del 68 se decía aquello de que debajo de los adoquines estaba la arena de playa. A veces parece que los adoquines ahora son las cabezas de algunos neoliberales empeñados en reproducir fórmulas gastadas, arcaicas e injustas.


 
Inprimatu
...Albiste gehiago
Euskal Herria
Un pueblo, un conflicto, ¿cuantas mesas?
Euskal Herria
Meñika, preso tras denunciar torturas
Euskal Herria
Rubalcaba valora como «incompatible» el incendio provocado de Barañain
Kultura
Tunick: «Los vascos han demostrado que no tienen nada de tímidos»
Kirolak
La deblace antoniana deja en bandeja el trofeo al Ciudad Real
Kirolak
Un lastre demasiado pesado para una cuesta tan empinada
Mundua
La Cámara iraquí designa presidente a Talabani y primer ministro a Al Maliki
  CopyrightGara | Kontaktua | Norgara | Publizitatea