BAGDAD
La medida pone fin a meses de estancamiento político en Irak, aunque nadie espera que sirva para resolver los problemas del ocupado país. Al Maliki tiene a partir de ahora 30 días para someter su gabinete a la aprobación del Parlamento. La cámara eligió asimismo al presidente kurdo Jalal Talabani para llevar a cabo un segundo mandato consecutivo y designó como presidente del Parlamento al suní Mahmud al Mashhadani. Este tendrá como subordinados al chií Jalid al Attiyah y al kurdo Aref Tayfour.
La primera medida adoptada por Talabani tras su reelección fue la designación de al-Maliki, candidato del bloque dominante chií, como primer ministro. Al-Maliki había sido propuesto por los chiíes el viernes después que el primer ministro saliente Ibrahim al-Jaafari abandonase su intento por continuar en un nuevo mandato, tal y como deseaba EEUU.
El intento de Al Jaafari por mantenerse en el cargo había suscitado una intensa oposición por parte de suníes y kurdos y causó un estancamiento durante varios meses en la vida política del país tras las elecciones de diciembre, que se vio agudizada por la situación de inseguridad en el país provocada por la ocupación extranjera.
Satisfacción estadounidense
Funcionarios estadounidenses e iraquíes esperan que un Gobierno de «unidad nacional» pueda acabar tanto la resistencia como con la violencia sectaria entre suníes y chiíes.
El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, señaló ayer que el Gobierno de Bush confía en que los nuevos acontecimientos políticos en Irak conduzcan a un progreso significativo para formar un gobierno títere permanente. «Esperamos ver avances en los próximos días», dijo McClellan a los periodistas desde California. La secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, por su parte, dijo sobre al-Maliki que «es alguien con quien podemos trabajar y tenemos muchos deseos de colaborar con él». «Finalmente va a haber un Gobierno permanente en Irak», señaló la secretaria de Estado, quien aseguró que se trata de «un día importante, un gran día» para el país ocupado.
La violencia de la ocupación, entretanto, continúa dominando la vida del país árabe. Así, al menos cinco soldados estadounidenses murieron ayer tras explotar una bomba enterrada en el margen de una carretera al paso de su vehículo, según informó el Ejército ocupante. Los soldados, según EEUU, conducían una patrulla de combate en el sur de Bagdad.
Por otro lado, dos artefactos explosivos estallaron esta mañana en un mercado público del norte de Irak provocando la muerte de dos personas y heridas a unas 17, informaron fuentes policiales.
En Kut, 160 kilómetros al sureste de la capital, la Policía encontró un cadáver flotando sobre el río Tigris. Asimismo, en el este de Bagdad, una bomba colocada en una calle estalló al paso de una patrulla iraquí, cerca del puente Al Mahstal, dejando heridos a dos policías.
La Policía iraquí informó, por otro lado, del descubrimiento de los cuerpos sin vida de diez personas con aparentes signos de tortura en distintos puntos de Irak.