DEPORTIVO ALAVES 0
ATHLETICO
MADRID 1
GASTEIZ
Mientras el resto de los mortales apuesta por desprenderse de todo el lastre posible para afrontar las cuestas más empinadas, el peso del que arrastra estos dos últimos años el Deportivo Alavés es cada día mayor, haciendo inútil el gran esfuerzo de la plantilla por tirar hacia adelante. Y es que, por si el reto de mantener a un equipo recién ascendido en Primera no fuera muy complicado de por sí, el equipo gasteiztarra está intentándolo con la desventaja de hacerlo bajo el mando de un hombre no capacitado.Porque por mucho que los resultados de hoy puedan atenuar un poco la catástrofe de ayer, el Alavés hoy por hoy necesita un golpe de timón para poner rumbo a la permanencia y lo más preocupante de la derrota de ayer ante un Atlético de Madrid al que le bastó estar bien colocado para sacar el triunfo a pesar de no contar con los tres delanteros que marcan el 70% de sus goles, es que volvió a quedar en evidencia que el actual cuerpo técnico ya sea Piterman, Luna o Cos desde la grada no es capaz de hacerlo.
Porque Dmitry Piterman parece convencido en hacer bueno el dicho ese de que la ignorancia es atrevida, pero en grado superlativo, porque si grave es experimentar nuevas fórmulas que fallan desde la base, mucho peor es tratar de corregirlas quitando los únicos elementos positivos para terminar de engendrar una bomba que lleva camino de explotarle en las manos. Así, un Deportivo Alavés sin ideas que, al menos, creó peligro a balón parado en la primera mitad, terminó necesitando 41 minutos para realizar un tiro que ni siquiera se acercó al marco rival después de que Piterman tratara de arreglar el desaguisado que él mismo había creado, retirando al único jugador que había creado peligro en la primera parte.
En su afán de jugar al despiste, Dmitry Piterman despistó incluso a sus jugadores, con una novedad táctica en el sistema de juego que no le benefició en nada. Yes que, cuando parecía haber consenso en que el empate no valía, mucho menos con el resultado de la Real, el ucraniano quiso dejar su sello personal colocando a tres pivotes en el centro del campo, con lo que no hizo sino renunciar a su carril derecho, con Astudillo perdido en tierra de nadie y sin que Edu Alonso pudiera profundizar.
El manager albiazul parecía confiar casi todas sus opciones a la velocidad de sus tres hombres más adelantados, desconociendo o obviando que la rapidez es la principal virtud de la zaga de un Atlético de Madrid que, sin sus referentes ofensivos sobre el terreno de juego, se confirmaba con jugársela a la lotería de las jugadas de estrategia.
Porque con un Perea atentísimo que recuperaba al segundo cualquier metro que Bodipo le pudiera ganar, con Aloisi peleón pero desasistido y con Nené perdido en no se sabe bien qué nebulosa, el poco peligro creado en la primera mitad y en todo el partido llegó a balón parado y el Atlético salió victorioso gracias al buen golpeo de Antonio López en una falta en el minuto 22 en la que dio la impresión de que Costanzo pudo hacer algo más, ya fuera en la colocación de la barrera como en la posterior estirada, ya que el remate no llevaba fuerza.
En el Alavés volvió a quedar en evidencia su desencuentro con el gol, ya que pese a la sensación de impotencia y de pérdida del norte demostrada en la primera mitad, Bodipo tuvo sus dos buenas opciones de hacer el primer tanto.
La primera llegó en el 12, en un error de Luccin, que golpeó un balón en un compañero y dejó el balón al sevillano que se escoró demasiado y mandó al palo. Dos centros consecutivos al área hicieron pensar en la recuperación alavesista en torno a la media hora de juego, pero Bodipo, esta vez en un cabezazo, se encontró con un gran Leo Franco. Hubo otros dos buenos centros a la olla que no encontraron rematador.
Impotencia total
Parecía imposible empeorar el juego en a reanudación, pero Piterman sigue empeñado en demostrar que para él no hay imposibles. Mientras el Atlético se limitó a interrumpir el juego y no dejarle coger ritmo al rival con un equipo plagado de jóvenes canteranos, el cuerpo técnico albiazul se dedicó a embarullar más el entuerto con una serie de cambios tácticos que sólo ellos entienden.Comenzaron retirando a Bodipo, el jugador más incisivo en la primera parte para, en la tómbola de los cambios, terminar jugándose la baza de Pape Thiaw.En Mallorca les tocó a Mena y Elton y ayer en Mendizorrotza fue el africano el que tuvo la opción de jugar unos minutos tan trascendentes como los de ayer, después de haber jugado 16 desde el 18 de diciembre, con ningún remate entre los tres palos como triste resultado para el Alavés.