BILBO
Ibon Meñika ingresó ayer en la prisión madrileña de Soto del Real tras comparecer en la Audiencia Nacional española ante el juez Santiago Pedraz. El joven de Zamudio fue detenido por la Guardia Civil el pasado martes por la tarde, y ha permanecido incomunicado en manos del instituto armado hasta justo antes de ser llevado a la sede judicial. Asistido por su abogada, Arantza Zulueta, Meñika relató al magistrado que durante estos cuatro días ha sido objeto de torturas. Detalló haber sido golpeado tanto en la cabeza como en los testículos. Y añadió que los agentes le apretaron esta última parte de su cuerpo en algunos momentos.
Además, narró que los tirones del pelo fueron continuos Meñika lleva el cabello largo, que le obligaron a hacer continuas flexiones, que tres o cuatro agentes estuvieron gritándole en todo momento y que le amenazaron con prácticas como «la bañera» o la aplicación de electrodos.
Durante estas cuatro jornadas, además, no le permitieron conciliar el sueño. Cabe recordar que el jueves la Guardia Civil solicitó y obtuvo el permiso del juez para prorrogar la incomunicación durante 24 horas más. A lo largo de todos estos días, ni su letrada ni sus familiares han tenido información alguna acerca de la situa- ción del joven.
Tras exponer esta serie de maltratos sufridos en el periodo de incomunicación, Meñika negó todo lo declarado en dependencias policiales y comunicó que no iba a responder a las cuestiones planteadas por el propio magistrado y por el representante de la Fiscalía.
Finalizada la comparecencia, Santiago Pedraz ordenó el ingreso incondicional en prisión es la segunda persona encarcelada tras la entrada en vigor del alto el fuego y decretó el secreto de sumario «para ampliar la investigación».
Meñika fue detenido el pasado martes por la Guardia Civil en un control de carretera situado a la altura de Abadiño, en la carretera N-634. Según la versión policial, en su vehículo hallaron 90 bonos canjeables por 60 euros cada uno.
Contra la marcha del 1 de abril
En las papeletas estaría impreso el anagrama de ETA, por lo que se le acusa de «colaboración» con la organización armada. Las mismas fuentes han difundido durante estos días que dichos bonos estarían destinados a financiar a la organización armada con aportaciones de carácter voluntario.Al respecto, la agencia Europa Press aseguró ayer que «este tipo de papeletas fueron ya entregadas en la manifestación que la izquierda abertzale celebró el pasado día 1, en esta ocasión por un valor de 10 euros». Cabe subrayar, en primer lugar, que esta movilización masiva tomaron parte más de 80.000 personas fue convocada por los partidos políticos Batasuna, EA, Aralar, AB, Zutik y ANV, y por los sindicatos ELA, LAB, EHNE, ESK, STEE-EILAS e HIRU. Y en segundo lugar, los bonos de diez euros estaban destinados a recolectar los 650.000 euros de fianza impuestos a Arnaldo Otegi, Juan Joxe Petrikorena y Juan Mari Olano. En ellos se recogía el lema «PSOE, errepresioa ez da bidea. Konponbide demokratikoaren alde», y sobra decir que el anagrama de ETA no aparecía por ninguna parte.
En la misma línea, se añadía que estos bonos «también se suelen encontrar en las casetas que la izquierda abertzale coloca en las fiestas populares y en las herriko tabernas», y que «la Guardia Civil investiga si a través de los citados bonos ETA capta nuevos militantes».
Por su parte, la agencia Efe indicó que «la Guardia Civil relaciona el tema de los bonos con la financiación de las herriko tabernas que investiga el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, del que es titular Fernando Grande-Marlaska».
Precisamente, la herriko de Zamudio fue registrada y precintada por la Guardia Civil pocas horas después del arresto de Ibon Meñika. Los agentes identificaron a quienes estaban en el local y les obligaron a permanecer contra la pared por espacio de dos horas. También registraron la habitación del joven vizcaino. En ambos casos, Meñika fue el único testigo y los miembros del instituto armado se llevaron varias cajas.
«Secuestro y cierre»
Vecinos de Zamudio y representantes de asociaciones culturales de esta localidad vizcaina celebraron ayer ante el local precintado una rueda de prensa mediante la cual convocaron para este mediodía una manifestación que partirá de ese mismo lugar a las 13.00, con el objetivo de «denunciar el secuestro de Ibon Meñika y el cierre de la herriko taberna».En el manifiesto, al que se dio lectura antes de conocer el relato de torturas de Meñika, se denunciaba la incomunicación y «los posibles malos tratos que propicia, ya que tenemos bastantes muestras del trato ‘adecuado’ que la Guardia Civil da a cualquier militante vasco».
Asimismo, se indicaba que «nuestros derechos básicos como pueblo siguen siendo pisoteados. Nuestro derecho a vivir como pueblo libre sigue siendo negado por los estados español y francés, y su maquinaria represiva sigue trabajando para boicotear este proceso».
Por ello, en el texto se reclamaba la puesta en libertad de su convecino, así como «el fin de la incomunicación y del estado de sitio ‘de facto’ que padecemos». En cuanto a la herriko taberna, exigieron su reapertura: »¿Quiénes son ellos para cerrar el local de una agrupación cultural?», se preguntaron.
«Queremos que el Estado pare su escalada represiva, los sucesos del martes no se pueden volver a repetir. Nos encontramos en un proceso ilusionante para nuestro pueblo, que hechos como estos lo único que consiguen es entorpecer los pequeños pasos que se están dando de cara a solucionar el conflicto político en EuskalHerria», apostillaron.
ANV denunció en una nota de prensa las torturas a Ibon Meñika y estimó que «ésta es la aportación del Gobierno español, por medio de su maldita Guardia Civil, al supuesto proceso de paz que algunos dicen se encuentra en marcha».
Esta formación abertzale instó al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, a «declarar ya su particular alto el fuego permanente y llevar a sus tropas y fuerzas represivas a sus respectivos cuarteles y cuartelillos».
