Lurra eguna
La Tierra «necesita una tregua»
En un nuevo manifiesto que lleva el nombre de la isla situada frente a Lekeitio, el llamamiento Lurra instó ayer a la apertura de un proceso de acumulación de fuerzas «en torno a un amplio acuerdo social de futuro, en base a un desarrollo democrático del hábitat vasco». Seis años después de que cien personas de diversos ámbitos demandaran de las instituciones «una moratoria en la ejecución de un modelo de desarrollo insostenible», Lurra afirma ahora que «lo único que hemos recibido de las distintas instituciones presentes en nuestro país ha sido una política de hechos consumados».
LEKEITIO
Lekeitio acogió ayer los actos desarrollados por el llamamiento Lurra, una de las iniciativas centrales del Día de la Tierra en Euskal Herria. En este contexto, tal y como señaló Alberto Frías, portavoz del llamamiento, la apuesta por un desarrollo democrático del hábitat vasco debería posibilitar «la apertura de una segunda transición en nuestro país, tomando como base el documento presentado ante la ONU en la Cumbre Mundial de Johannesburgo de 2002 ‘‘Diálogo por la tierra. Porque otro modelo de desarrollo es posible y necesario’’.Esta nueva iniciativa se produce seis años después de que, con motivo del Día de la Tierra de 2000, un centenar de personas solicitaran la apertura de «un gran debate social sobre el modelo de desarrollo económico, social y cultural». El objetivo de aquella apuesta era recordó Frías «abrir instrumentos reales de participación donde poder reflejar los intereses populares y donde lo colectivo adquiriese carta de naturaleza», pero mientras tanto «se ha invertido en ‘desarrollo sostenible’ entendido como marketing verde, con el objetivo de neutralizar la capacidad expansiva de las iniciativas populares». Lo obtenido aseguraron ayer en Lekeitio de las instituciones presentes en Euskal Herria «ha sido una política de hechos consumados». Recordaron, al hilo de lo señalado, la puesta en funcionamiento de la central térmica de Zornotza, el llenado del embalse de Itoitz, Castejón, Garoña, la inminente firma del convenio para la consecución de la alta velocidad en Hego Euskal Herria, viales como la Eibar-Gasteiz o la Supersur, así como los proyectos de incineradoras, la política de vivienda, las grandes superficies comerciales y «la especulación masiva en el mundo rural». Considera llamamiento Lurra que, frente al debate social, se ha hecho fuerte «la imposición, el autoritarismo muchas veces camuflado tras el conflicto político que vive nuestro país, la violencia estructural, criminalización de la disidencia y el cierre de cualquier vía de participación real de la ciudadanía».
Espacio de encuentro
Como ofrecimiento para alcanzar el acuerdo social de futuro al que aspira Lurra y que se recoge en el manifiesto que lleva por título ‘‘Llamamiento para defender la casa de nuestra madre’’, leído ayer en Lekeitio, la iniciativa Lurra se ofrece como «espacio de encuentro para todos los sectores progresistas y que defienden el derecho de autodeterminación de los pueblos», a trabajar por abrir la anteriormente citada «segunda transición» en Euskal Herria, «que pivote sobre las necesidades sociales y demandas sentidas de quienes vivimos y trabajamos en este país, del pacto con la naturaleza, de la reivindicación de nuestra lengua y nuestra cultura y del reconocimiento de nuestra deuda histórica con los pueblos empobrecidos de la Tierra».Tal y como se recoge en el manifiesto al que Lurra dio lectura en Lekeitio, «la Tierra necesita una tregua y, especialmente ahora que busca abrirse paso un proceso cargado de esperanzas para nuestro pueblo, nos dirigimos a las personas y organizaciones que apuestan por otro modelo cultural, social, económico, de desarrollo, para buscar sinergias, espacios de encuentro que nos permitan avanzar hacia un escenario de justicia social, libertad colectiva y solidaridad internacional». En Lekeitio, por otra parte, se dieron cita bertsolaris, hubo deporte rural en la plaza y también se contó con la trainera. Hubo asimismo una comida popular y el Día de la Tierra, celebrado en un municipio que mira más a la mar, se prolongó hasta la noche.
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