GaraAzkenak - Paperezkoa - English Edition  |  Le Journal
EUS | ES | FR | ENG
 » PAPEREZKOA
  -Aurkibidea
  - EuskalHerria
- Jendartea
- Ekonomia
- Iritzia
- Mundua
- Kultura
- Kirolak
 » AZKENORDUA
 » ENGLISH EDITION
 » DOSIERRAK
 » DOKUMENTUAK
 » IRUDITAN
 » HEMEROTEKA
 » Produktuak
Gara > Idatzia > Mundua 2006-05-10
«En la infancia viví el socialismo en mi comunidad, aprendí valores de colectivismo y respeto»
Dicen los indígenas que cada persona mayor es una biblioteca ambulante. Noelí Pocaterra, a sus 68 años, es biblioteca y centro de documentación, pero sobre todo es voz y mirada. Voz de la experiencia de más de cuarenta años de lucha y mirada esperanzada al futuro de la Revolución Bolivariana, que ha reconocido a indígenas su hábitat y derechos originarios sobre las tierras y, por vez primera, los ha convertido en actores políticos.

Actualmente es diputada de la Asamblea Nacional, donde preside la Comisión Permanente de los Pueblos Indígenas. El pasado marzo fue nombrada Coordinadora General del Consejo Nacional Indio de Venezuela (CONIVE), que agrupa a más de cien organizaciones regionales, sectoriales y locales que representan a 35 pueblos indígenas del país, los cuales suman 532.000 personas.

Participó, en 1979, en el primer Congreso Indígena de Venezuela. Fue fundadora de la Red de Mujeres Wayuú, además de ser la primera mujer en participar en un Congreso Mundial de los Pueblos Indígenas. Durante tres años fue segunda vicepresidenta de la Asamblea Nacional de Venezuela.

Pero lo más importante es que es una indígena Wayuú, «el pueblo indígena más numeroso del país con 350.000 personas», recalca, «a los que, al igual que a todos los pueblos indios, la vida no siempre ha sonreído, pero eso nos ha fortalecido, nos ha hecho estar más atentos a la lucha y ser siempre muy optimistas. Soldados a tiempo completo de esta revolución».

­La Revolución Bolivariana ha traído las Misiones. Para los indígenas se ha creado la Misión Guaicaipuro. ¿Cómo se benefician los indígenas?

Chávez inventa las Misiones para que lleguen directamente a las comunidades, porque la misma burocracia no permite que los ministerios trabajen como deberían. La Misión Guaicaipuro la crea para aglutinar todas las Misiones en un proceso integral. Aunque no es fácil, una revolución de este tipo debe ser también mental, un cambio de actitud de la gente, y eso será un proceso largo. Se está en un proceso de reconstrucción del país y, mientras no se complete, habrá cosas que se irán solucionando muy poco a poco.

­¿Qué futuro tienen los jóvenes indígenas?

Cuando ves a un niño de una madre desnutrida, ya no puedes esperar que haya un niño sano. ¿Cómo se ataca esa desnutrición tan severa? Es tal la magnitud y tan complejo el problema, que habrá cosas que no se podrán solucionar totalmente. Además, tenemos unos medios de comunicación en los que aparecen héroes que matan a mujeres y niñosŠ Es el mensaje y los valores que están recibiendo. Luego está el problema de las drogas; antes los indígenas no conocíamos este problema, pero hoy en día somos tránsito de las drogas. Como estamos cerca de una zona fronteriza y el Estado ha dado la espalda a los indios, éstos venden, consumen...

Se nos ha dicho, «lo de ustedes no sirve, el modelo es éste», un modelo donde la gente es egoísta y sólo piensa en el dinero. Esto es lo que hemos aprendido. Desde hace once años, hacemos una labor educativa en la que buscamos fortalecer su autoestima, su orgullo ancestral, su identidad indígena... También les hacemos ver las amenazas que hay en esta sociedad occidental, como las drogas, la violencia y toda esa agresividad. Buscamos sensibilizarlos y darles herramientas para que ellos se puedan defender.

­¿Cuál es la situación de las mujeres indígenas?

La mujer siempre es la más afectada por este sistema, porque tiene que echar para adelante con los hijos y la familia. Hay mujeres indígenas que están en la cárcel de Maracaibo por haber pasado unos gramos de droga, algo que se hace por la necesidad económica. Hay mujeres que sufren y trabajan mucho para ser buhoneras (vendedoras ambulantes) y mantener a sus hijos. En esta sociedad hay muchas tentaciones y una mujer pasando droga gana en un día más de lo que pueda ganar una buhonera en un mes, por lo que se arriesga.

Exponer a las mujeres no es propio de nuestra cultura, es un daño social y moral innecesario. Yo pertenezco a una sociedad matrilineal, donde la mujer era bien considerada y respetada por los hombres, pero hoy en día hay mucha agresividad, los hombres han aprendido de esta sociedad a ser machistas.

Llevamos 20 años organizando a las mujeres indígenas. Nos sentamos para hablar y se está haciendo un trabajo para que retomen su papel de transmisoras de la cultura, de consejeras de la familia, de educadoras de los niños, de maestras... para que asuman de nuevo su liderazgo. Si teníamos un papel tan bonito, ¿por qué lo hemos perdido?

­¿Cuándo conoció el machismo de esta sociedad?

Los problemas me empezaron cuando vine la primera vez a la ciudad. La gente se burlaba de mí y yo no lo podía entender. El problema es esta sociedad excesivamente agresiva. Me pregunto: ¿por qué cuando nace un niño, si no llora, le tienen que golpear para que lo haga? Mi madre me decía que yo no lloré cuando nací, sino que una mujer indígena me sacó fuera del ranchito para que respirase y ese aire puro me hizo llorar. Debe ser terrible para un recién nacido ser recibido así, pegándole para que llore. La bienvenida al mundo es una agresión. En nuestra cultura cuando un niño nace se le habla: «bienvenido seas, que bueno que viniste, vamos a hacer mucho por ti...»

­La visión que tienen los indígenas del mundo, esa cosmovisión que ve a seres humanos y naturaleza como parte de un todo inseparable, se contrapone al capitalismo que ve la naturaleza como mercancía y al ser humano como mano de obra. Las propuestas indígenas, por tanto, son importantísimas en la lucha contra la globalización...

Lo que hace daño, no sólo a los indios, es este modelo tan perverso, que todo lo mercantiliza. Tú vales en la medida en que tienes unos buenos zapatos o un buen carro. Y el que no tiene, busca la manera; entonces ahí vienen todos los delitos y todo lo que conllevan.

Las semillas autóctonas, a las que toda la vida indígenas y campesinos han dado una gran importancia, están siendo eliminadas por semillas transgénicas que vienen con un paquete de pesticidas, insecticidas y abonos, todo un tratamiento que cuesta mucha plata.

El indio toma de la naturaleza lo que necesita para vivir. Si necesita palmas para hacer su casa sabe cuándo es el momento en que las debe tomar, tiene en cuenta la fase lunar para que esas palmas duren y el árbol se regenere. Porque está pensando en no acabar con ese árbol.

A las grandes industrias eso no les importa, cortan árboles para, por ejemplo, hacer muebles. El empresario no sabe de árboles pero tiene la plata. El que hace el mueble puede saber de madera pero no le interesa la naturaleza y lo único que quiere es dinero. Esos son los valores de acumulación que nos transmite esta sociedad.

El ser humano no es el centro de atención. En Venezuela las ciudades ya no se conforman con paredes de bloques, quieren tener paredes de vidrio, igual que en Nueva York. Quieren ser sociedades modernas y tienen un concepto de progreso en función de la obra de cemento. ¿Y qué pasa con el ser humano? El ser humano se ha descuidado y por eso nosotros defendemos a Chávez. Cuando habla de desarrollo endógeno e inventa las Misiones, trata de poner al ser humano en primer lugar, trata de que las políticas lleguen a las comunidades, a la gente, y no se pierdan en la burocracia.

Los indígenas tenemos un pensamiento colectivo y nuestra lucha es internacional. Por eso, cuando hablamos de integración, estamos hablando de una gran hermandad, indígenas, arijunas y negros de todo el continente, que necesitamos comida, vivienda y ciertos derechos por los que tenemos que luchar.

­Cuando Chávez habla del Socialismo del siglo XXI, ¿está usando como base de ese socialismo los modos de vida indígena?

Yo siempre digo que en mi infancia viví el socialismo. Yo salí a los diez años de mi comunidad. Hasta entonces fue el momento más feliz de mi vida, aprendí valores de colectivismo y respeto. Nunca conocí muñecas ni carros, no es el mundo material el que me halaga. No se nos inculcó el deseo de tener y acumular, se nos enseñó a compartir, la solidaridad, el amor a la naturaleza...

­El pasado marzo tuvo lugar en México el Foro Mundial del Agua, donde se seguían dando pasos para la privatización del preciado líquido, ¿Cómo afectaría a las poblaciones originarias?

El agua tiene mucho significado para los pueblos indígenas, es una barbaridad que se plantee la privatización y se negocie con el agua. No se puede dejar en manos de unos pocos para que vivan de eso. El agua es vida, hasta los arijunas lo dicen: cuando uno se deshidrata se muere.

­El Proceso Bolivariano está siendo una referencia a nivel mundial, especialmente en Latinoamérica, donde parece darse un «efecto de contagio». En ese sentido es importantísimo lo que se ha dado en Bolivia, con la llegada al poder de Evo Morales, el primer presidente indígenaŠ

Conocí a Evo Morales antes de que fuera diputado, como diputado y ahora como presidente. Para los indios no es fácil llegar ahí, siempre nos han creído incapaces. A mí me dicen que no parezco una diputada. Durante tres años fui segunda vicepresidenta, uno de los poderes más importantes del país. Mucha gente me decía que me tenía que maquillar, peinarme como los arijunas y quitarme las arrugas. Esta sociedad no acepta compartir con los indios.

La oligarquía boliviana no acepta tener a un indio como presidente; por eso conspiran y conspirarán contra el. Evo, además, está en contra de la privatización, defiende la soberanía y los derechos del pueblo. Lógicamente, los explotadores que siempre han hecho plata explotando los minerales bolivianos, no pueden estar contentos con él. Quien siempre ha tenido unos privilegios y quiere mantenerlos va a hacer todo lo posible para que Evo Morales se vaya, pero los indios no le tenemos miedo a la muerte y si tenemos que dar la vida por algo en lo que creemos estamos dispuestos a darla.

­Ha tenido mucho eco la lucha del EZLN.

Apoyamos esa lucha. Es un movimiento que surgió buscando respuesta a unas situaciones de opresión brutal que ellos vivían en sus tierras. Los chiapanecos retomaron la lucha de Emiliano Zapata, que fue una lucha agraria e indígena. Han tratado de que sus derechos fueran tomados en cuenta en la Constitución de México, pero no lo han logrado. Yo estuve con ellos cuando fueron a hablar al Congreso. Me pareció muy lindo cuando periodistas y diputados preguntaban a los indígenas por qué no había entrado el subcomandante Marcos y ellos dijeron que los comandantes son ellos, los indios, el pueblo. La función de Marcos es de enlace, es él el que esta mandado por los indios.

­¿Qué se puede esperar de Ollanta Humala?

Tenemos mucha esperanza en su triunfo. Lo que hizo Toledo fue horroroso, es un hombre de rostro indígena pero se ha comportado como un vocero del imperio. Ollanta representa otra visión, mandar a través del pueblo, darle la oportunidad al pueblo, al que tiene las necesidades. Tendrá que ser una especie de chófer de su pueblo. -



«Venezuela ha sido, como muchos otros, un país racista»
P. ALBANESE y E. MARTINEZ
CARACAS

1999 es un año clave para los indígenas venezolanos, a juicio de Noelí Pocaterra. La Constitución Bolivariana marca un antes y un después.

Cuando le preguntamos por la situación de antes, la diputada es rotunda: «La situación era igual a la que viven los pueblos indígenas en todo el continente, una situación de marginalidad, de exclusión total. Este ha sido, como muchos otros países, un país racista, donde se ha discriminado a los indios y a los negros».

Denuncia Pocaterra que las sociedades industrializadas tienden a considerar que «donde hay indios, hay atraso», idea que ha estado en la base de las «políticas asimilacionistas de los gobiernos», lo que evita hablar del «problema que hay que atacar, la falta de distribución de la riqueza, que crea exclusión».

En este sentido, recuerda las discusiones teológicas habidas en los últimos 513 años sobre si los indios tienen alma o no: «Incluso hay dibujos en los que aparecen los indígenas sin cabeza, haciendo ver que éramos gente sin cabeza, sin alma».

En la época colonial, a los indios de Venezuela los tenían que «civilizar» los capuchinos españoles. «En las propias constituciones quedaba establecido que ‘los salvajes’ no podían ser contabilizados como parte de la sociedad nacional, no se les consideraba ni siquiera población nacional», indica, antes de recordar que hace sólo doce años, algunos gobernadores se referían a los indígenas como «los irracionales».

«Esta ha sido siempre la actitud. En lugar de estimular la cultura, lo que se ha hecho es reducirla, extinguirla, y lo que es más grave, se ha fomentado entre los jóvenes una gran vergüenza de ser indígenas. Muchos indios se aprendieron bien esa lección de no ser indios y por eso muchos han perdido sus idiomas, formas de vestir y formas de vida».

Contra viento y marea

Las últimas décadas han estado marcadas por la lucha para que sean reconocidos sus derechos, lo que por fin logran con la llegada de Chávez. «Al final lo logramos, contra viento y marea y con el apoyo de Chávez, que creía en nosotros y tomó la causa indígena como una causa propia. El es un hombre convencido que sabe cómo es la realidad y quiere verdaderamente luchar contra la exclusión. Y qué mejor que comenzar por los indios, como hizo Bolívar, que hablaba de darnos las mejores tierras para hacer justicia con los indígenas».

«En el quinquenio pasado ­añade­, habiéndose aprobado los Derechos Indígenas, aproba- mos cuatro leyes específicas e introdujimos más de treinta leyes a favor de los indios».


 
Inprimatu
...Albiste gehiago
Euskal Herria
Euskal Herriko Gazteriaren Kontseilua es ya una realidad
Iritzia
Zuhaitz adaxka gazteak
Jendartea
Inmigrazio Legearen kontrako kolektiboa abian
Mundua
Nazioarteko boikotak dagoeneko Gazako lau gaixo palestinar hil ditu
Jendartea
Operación policial contra Forum Filatélico y Afinsa
Kirolak
McEwen aprovecha la ausencia de Petacchi
Euskal Herria
Batasuna insta a cerrar el diálogo informal para abrir la fase de resolución
  CopyrightGara | Kontaktua | Norgara | Publizitatea