Pacheco evita la guinda del Viña Magna
·Los continentales dominaron y seis corredores culminaron una fuga tras una jornada en la que se rodó muy rápido
BILBO
Espectacular. El viento fue favorable y el pelotón voló en la primera etapa de la Vuelta a Nafarroa.Desde el inicio hubo batalla y diez corredores consumaron una escapada de más de 100 kilómetros. El vencedor en Tutera fue Francisco Pacheco (Garcamps) que se impuso a Jesús Tendero (Viña Magna-Cropu), Pavel Brutt (Tinkoff), defensor del título, Ramuntxo Garmendia (Azysa), primer vasco, y Jaime Esteban (Alfus).Los equipos continentales dominaron pues ocuparon 12 de los 16 primeros puestos ayer. En concreto, Viña Magna-Cropu metió a cinco ciclistas y el Tinkoff a tres, y se presume un duelo entre ambas escuadras. No hubo tregua. Nada más comenzar, se escaparon 18 corredores. Absorbidos aquéllos, diez sí acertaron. Los protagonistas ayer fueron: Gallego y Tendero (Viña Magna),Garmendia (Azysa) Pacheco (Garcamps), Brutt (Tinkoff), Esteban (Alfus-Tedes), Bragazzi (Endeka), Murgoitio (Café Baqué), Huinzinga (Unibet) y Sulzberger (Endeka). Estos dos últimos fueron los primeros en caer y el entendimiento entre los ocho fue bueno. La diferencia giró en torno a los dos minutos. La lucha se terminó de desatar en los repechos de Caparroso y comenzaron a salir corredores del pelotón. En cualquier caso, el grupo delantero era de calidad y aguantaron hasta el final, tras superar el alto de La Caseda (2ª), a 13 kilómetros de meta. Murgoitio, por un pinchazo, y Bragazzi se quedaron atrás. En los kilómetros finales, algunos notaron el esfuerzo, y el más rápido y entero fue Pacheco por delante de los supervivientes Tendero, Brutt, un sobresaliente Garmendia, Esteban y Gallego. Los primeros perseguidores llegaron a 50 segundos y el pelotón a 1.42.
Otra etapa rompepiernas
Vista la jornada de ayer, la segunda etapa, Tutera-Biana, de 151 kilómetros, se presenta apasionante. De nuevo, el perfil es de sube y baja y si hay batalla, que la habrá, será otra intensa sesión de ciclismo de ataque. El otro ingrediente a tener en cuenta es el viento y los abanicos podrían aparecer. Las dificultades montañosas son tres: los altos de Funes (kilómetro 41) y Peralta (kilómetro 57,5), ambos de tercera categoría, antes de afrontar el alto de Aguilar (2ª), a 22,5 kilómetros de la línea de meta. La subida es tendida de 13,4 kilómetros con una pendiente suave que no llega al 3%, aunque la dureza aumenta en la parte final en una carretera sinuosa. La meta también se las trae en Las Cañas pues la entrada es peligrosa, y si llega un grupo muy numeroso que se juegue la victoria al esprint puede haber caídas, tal y como ocurrió el año pasado. Los equipos continentales tratarán de controlar la carrera y después de su demostración de fortaleza de ayer, el Viña Magna-Cropu y el Restaurantes Tinkoff se presentan como los bloques a batir.Está por ver si el conjunto español puede ser capaz de sujetar a los rusos que el sábado corrieron el Memorial Txuma, una prueba de 170 kilómetros. Recuperados, podrían tratar de romper hoy la carrera. La pregunta es si ayer se emplearon a fondo o decidieron reponer fuerzas.
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