BILBO
La dirección del PNV ofreció ayer por vez primera su valoración del discurso pronunciado por José Luis Rodríguez Zapatero el pasado domingo en Barakaldo. Para el portavoz del EBB, Iñigo Urkullu, el presidente español «nos colma de expectativas y palabras bonitas pero, por otro lado, no adquiere ningún compromiso».Al respecto, explicó que «Zapatero sólo señaló que respetará la voluntad de los ciudadanos dentro de los límites de la legalidad, pero nosotros pensamos que dentro de las propias leyes existen algunas ranuras; por eso no entendemos su manera de proceder».
En declaraciones en Euskadi Irratia, Urkullu reconoció que desde su formación no esperaban «grandes novedades, ya que antes de realizar cualquier contacto con ETA tiene que tener el respaldo del Congreso de los Diputados».
Desde Lakua, Miren Azkarate consideró que Zapatero «no dio ninguna novedad» y que el presidente español coincide, «aunque en otro tono», con Alfonso Guerra cuando éste defiende que «se decidirá lo que se acuerde en Madrid». «Algo con lo que el Gobierno Vasco no está de acuerdo», subrayó.
La portavoz del Ejecutivo autonómico también se refirió al referéndum celebrado en Montenegro para manifestar que la capacidad de decidir de un pueblo «es un derecho y no una reivindicación partidista».
Otro de los temas abordados durante la comparecencia fue el del anuncio de Batasuna de la presentación de su comisión negociadora para el proceso. Miren Azkarate aseguró que el tripartito «no le ve ninguna virtualidad» a esa iniciativa, al entender que «las relaciones y los contactos» han de seguir «en un ámbito de discreción».
Por su parte, Begoña Errazti matizó que en las palabras del presidente español hubo «una novedad en negativo», refiriéndose a la «advertencia» de que los ciudadanos vascos «pueden hacer todo lo que quieran, pueden decir todo lo que quieran, pero siempre dentro del marco de la rígida ley española».
A su juicio, eso «es tanto como decir que los deseos generales de la sociedad vasca de ninguna manera pueden avanzar, porque ellos lo encierran en su sacrosanta Constitución española del 78».
Tras calificar de «lamentable» la actitud que está mostrando el PP, la presidenta de EA incidió en que «el aspecto fundamental» de este proceso es la configuración de una mesa de partidos, porque sin este foro «no vamos al meollo de la cuestión, no vamos a su origen, y por lo tanto, no podemos llegar a ninguna solución».