Corresponde al Gobierno español controlar al PP
Desde
que el presidente del Gobierno español anunciara el domingo en Barakaldo su decisión de iniciar un diálogo con ETA, el Partido Popular ha hecho públicas diversas valoraciones, que van desde el rechazo a todo diálogo hasta un respaldo condicionado y crítico. Mariano Rajoy pareció decir ayer la última palabra al asegurar que sólo permitirán al Gobierno verificar la «decisión irreversible» de ETA de dejar las armas, pero sin dejarle negociar nada. Además, la derecha española azuza a actuar contra Batasuna, a pesar de que la Fiscalía ya ha dado muestras de valerse por sí misma en este terreno. En la reforma del Estatuto de Catalunya, el PSOE empleó la oposición extrema del PP como forma de presión o de chantaje si se quiere a los interlocutores nacionalistas para que rebajaran sus pretensiones. Es más que probable que en el proceso de paz y normalización democrática de Euskal Herria, si llega a arrancar debidamente, el PSOE tenga la misma tentación. Todas las fuerzas abertzales han asegurado haber extraído lecciones de la negociación del Estatut. Entre ellas, una es que corresponde al PSOE amarrar las cuestiones de Estado con el PP, y que, por lo tanto, no son las fuerzas abertzales quienes deben modular sus posiciones en función de las exigencias de una derecha antidemocrática. El Gobierno de Zapatero aparece ante Euskal Herria como interlocutor del Estado y le corresponde a él controlar todos sus extremos. -
Más que un exceso de velocidad
La Ertzaintza ha instruido en Araba el primer atestado penal por un delito de conducción temeraria a un conductor que circulaba a 166 kilómetros por hora en una vía limitada a 70, lo que puede suponer una pena de prisión de seis meses a dos años y la retirada del permiso de conducir de uno a seis años. Conducir a más del doble de la velocidad permitida en estos límites no es ya una infracción del código de la circulación, sino que supone un absoluto desprecio a la vida del resto de usuarios de esa vía. Por lo tanto, mientras la educación vial o la simple educación cívica no sirva para evitar este tipo de actuaciones, hay que buscar castigos que vayan más allá de la mera multa. Con la pena prevista, no irá a la cárcel, pero no podrá conducir en mucho tiempo. -
Impunidad censora de Alfonso Alonso
Un informe de la Secretaría General del Ayuntamiento de Gasteiz desvela que su alcalde, Alfonso Alonso, no tenía ningún argumento de derecho para prohibir la intervención de Gasteiz Izan en el «turno popular» del pleno que ha de celebrarse hoy y que, por tanto, su decisión contraviene las propias normas municipales. Sin embargo, lo más probable es que la actuación censora de Alonso no le suponga ningún tipo de amonestación por ninguna autoridad superior, como no las hubo en otras muchas conculcaciones de derechos y ataques a las libertades más elementales en las que continuamente incurre el Ayuntamiento de Gasteiz. Y eso que Alfonso Alonso pasa por ser del ala «civilizada» del Partido Popular. -
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