BOGOTA
«Hay fuertes presiones contra los que militan a favor de proyectos alternativos al Gobierno», denuncia Emily Rincon, miembro de una ONG que defiende los derechos de los dos millones de habitantes de la miserable barriada Ciudad Bolivar, sobre las colinas de Bogotá. «Los paracos (paramilitares) han advertido a los vecinos de que si descubren un solo voto a la izquierda en las urnas el domingo lo pagarán caro», añade.El opositor Luis Arizmendi, presidente del sindicato de trabajadores del mercado de San Francisco, desapareció misteriosamente el pasado 28 de abril de su lugar de trabajo, en Ciudad Bolívar.
«Ocho días antes de la desaparición de mi padre, dos agentes de la Policía me apuntaron con sus armas, me incautaron el carnet de identidad y me presionaron para que confesara actividades irregulares», narra Alexander Arizmendi, hijo del sindicalista desaparecido.
Los vecinos de Ciudad Bolivar han llenado los muros del barrio con fotos de Arizmendi.
Belkys Goyeneche, joven militante de izquierda de 22 años, telefoneó a finales de abril a su familia para pedirles que se hicieran cargo de su pequeña hija. Desde entonces no hay rastro alguno de él.
«Los paramilitares reclutan a los jóvenes por la fuerza, les eliminan en caso de que se nieguen, obligan a las mujeres a acostarse con sus comandantes y ahora quieren obligarnos a reelegir a Uribe», denuncia Omar Ramírez, dirigente juvenil del barrio.
Bajo este reinado de terror, los militantes de izquierda piden no ser identificados porque temen las represalias de las milicias de extrema derecha. Evocan la desaparición de familias enteras, acusadas por los paramilitares de tener relaciones con las FARC.
Manu Gómez, militantes de la Organización Feminista Popular, asegura que la impresionante tasa de abstención prevista para las elecciones del domingo (cerca del 60% según los últimos sondeos, se explica en parte por las amenazas de los grupos paramilitares en los barrios populares. «En Ciudad Bolívar, votar por el candidato del Polo Democrático (izquierda) Carlos Gaviria es poner la propia vida y la de los allegados en peligro», añade.
«No es sólo que los paramilitares operan con la aquiescencia de la Policía. Hoy en día, ellos pueden contar con el apoyo total del Gobierno, que les protege y les deja perpetrar sus intimidaciones a plena luz del día», explica un comerciante del barrio que pide mantener el anonimato.
«No existe ninguna cifra sobre desaparecidos porque la gente tiene miedo de dar la cara. El silencio es la principal arma de las fuerzas oscuras», afirma Lilia Solano, directora de Justicia y Vida, una ONG que ha denunciado en los últimos tiempos la muerte de más de un millar de jóvenes y la desaparición de otros 600, de ellos 170 desde comienzos de año.
Tres candidatos y la lucha por la segunda vuelta
Las últimas encuestas auguran un 57% de votos a Uribe, pero anuncian el repunte del socialdemócrata Gaviria (más del 20%), que podría forzar la segunda vuelta. Al tercero en discordia, el liberal Serpa, le conceden un 10%. -