GHANA 2
ESTADOS UNIDOS
1
BILBO
Una de las grandezas del fútbol es que iguala a sus practicantes y las diferencias económicas, sociales o de distinta índole no tienen importancia a la hora de jugar. Cualquiera puede ganar a cualquiera. Un país africano como Ghana por ejemplo, consumó ayer la venganza de los pobres con su particular revuelta ante los dueños del mundo. Tienen más hambre y ambición. Y encima, con ayuda arbitral mantienen el orgullo africano vivo. La capacidad futbolística de Estados Unidos está lejos de su poderío militar y aunque han mejorado en los últimos años, dejaron en evidencia que les falta mucho por aprender para poder competir con los mejores. Los primeros compases estuvieron marcados por la tensión y el respeto mutuo. Nadie se fiaba del adversario y ante esa perspectiva era complicado arriesgar en ataque. Hasta que un error garrafal de Reyna cambió por completo el panorama. El capitán y jugador más experimentado de USA, se equivocó al intentar regatear en defensa y Draman le robó la cartera. Aunque el interior ghanés le golpeó la rodilla en la pugna, no fue falta y se quedó sólo ante el portero definiendo con un tiro cruzado.
El tanto alimentó el convencimiento de los africanos que aumentaron su presión en el centro del campo. La superioridad técnica y táctica de Ghana obligó a los yankees a buscar con más insistencia a McBride, que se llevaba todos los balones por alto facilitando segundas opciones y rechaces a Donovan, que no fructificaban. Echaban en falta a un Beasley que apenas participaba en acciones ofensivas. El jugador del PSV actúa más adelantado en el club holandés destacando por su velocidad, pero ayer estaba casi como centrocampista, lejos de posiciones en las que puede hacer daño.
En una aparición suya Estados Unidos igualó el marcador en otro fallo defensivo. Beasley apareció de imprevisto y ante la imprecisión de los africanos para sacar la pelota, se la llevó y se sacó un preciso centro que Dempsey remató a las redes. El empate cambiaba por completo la inercia del encuentro, pero el árbitro se equivocó al señalar un penalti inexistente en el descuento del primer tiempo y Appiah no perdonó.
Si en la primera mitad las alternativas fueron constantes, en el segundo tiempo Ghana se limitó a defender su renta y Estados Unidos llevó el peso del encuentro. Los africanos intentaron sentenciar en alguna contra, pero fue Estados Unidos el que más cerca tuvo el gol. McBride rozó el empate con un remate de cabeza al palo y pese al el marcador no se movió.
Sin Essien en octavos
El conjunto africano perderá a su principal estrella en los octavos de final ante Brasil. El centrocampista del Chelsea vio una amarilla a poco de iniciarse el encuentro. El colegiado fue demasiado estricto al mostrarle la tarjeta que privará a Essien disputar un encuentro tan trascendental por una leve falta.