La OIT mantiene una fuerte preocupación por el elevado número de siniestros laborales que se producen en el planeta debido a la falta de una actuación preventiva. El problema es muy importante en los países no desarrollados, pero no se puede perder de vista a los más avanzados debido a que, según denuncia la OIT, los cambios en los sistemas de trabajo, la globalización y los nuevos ritmos a los que están expuestos los trabajadores «ele- van los riesgos y, por consiguiente, el número de siniestros debidos a la actividad durante el trabajo diario». La declación corresponde a Gerd Albracht, experto en materia de Inspección de Trabajo.

Cada día se producen 6.000 muertes por accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo. La 95 edición de la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT insistió en la necesidad de intensificar la labor inspectora para «lograr ser eficaces y prevenir el drama humano». La seguridad en el lugar de trabajo es una prioridad que se demandó en esa reunión.

Gerd Albracht subrayó que los principales cambios en el mundo del trabajo, «como la fragmentación del mercado de trabajo, el aumento de la fuerza laboral extranjera y migrante, el aumento de la liberalización y privatización, y el incremento de contratos atípicos, tienen un impacto considerable en el concepto de protección laboral».

Proteccion laboral

Para él, es necesario aumentar «la protección de los trabajadores y contar con inspectores informados e imparciales capaces de cumplir con sus obli- gaciones y adaptarse a los cambios».

El técnico cónsideró que sería necesario poner en práctica una estrategia sobre seguridad y salud laboral, denominada Sistema Integrado de Inspección Laboral.

Según explicó Albracht, este sistema «integra elementos administrativos, técnicos y de procedimiento con un enfoque coherente y flexible con la inspección laboral: desde el nivel de la política global hasta el operacional en las empresas, donde la cantidad y la calidad de las inspecciones pueden ser mejoradas de manera significativa». Agregó que se trata de aumentar en el mundo «la conciencia de la dimensión social del lugar de trabajo, además de los aspectos económicos, financieros y ambientales».

El experto reconoce que «la aplicación de normas laborales básicas, la leyes y reglamentos hacen más efectivos los sistemas de prevención, pero éstos pueden mejorarse, aun más, si se fortalece la capacidad y la calidad de las inspecciones». Una de las dificultades fundamentales que existen son la falta de medios y personas para ejercer ese control.

En el Estado español el número de inspectores de trabajo por cada mil trabajadores es la mitad que el existente en otros estados de la Unión Europea. Incluso, los anuncios de intensificación de la acción inspectora por parte del Ministerio español de Trabajo y Asuntos Sociales o de Osalan, no supondrán un acercamiento real al número de inspectores de la media europea.

El representante de la OIT reconoce que una acción adecuada de la inspección supone garantizar la seguridad en el centro de trabajo y precisó que hay diez elementos que se deben tener en cuenta para obtener una inspección eficaz. «Se deben incluir aspectos como estructura y organización adecuadas, asignación de recursos, formación, establecimiento de prioridades, inspecciones integradas, promoción de buenas prácticas, y proveer de instrumentos para la gerencia de los sistemas y de los inspectores laborales», manifestó.

Para él, muchas veces estos factores no se tienen en cuenta porque «no son rentables a nivel económico». Sin embargo, el experto señala que unos centros de trabajo saludables y productivos evitan pérdidas al empresario y a las arcas públicas, además de preservar la salud y la vida del trabajador, que debe ser lo más importante en lo «que debe fijarse en la empresa». -

BILBO