GARA
MONTREAL
Fernando Alonso (Renault) sumó en el circuito Gilles Villeneuve de Montreal su sexta victoria cuarta consecutiva de esta temporada del Mundial de Fórmula Uno, al ganar el Gran Premio de Canadá, novena prueba puntuable. Alonso se impuso por delante del alemán Michael Schumacher (Ferrari), que en los instantes finales superó al finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes), tercero en la línea de meta cuando parecía que tenía asegurada la segunda plaza.
El campeón del mundo ha ganado 84 de los 90 puntos posibles en una temporada para enmarcar, en la que ya ha triunfado en seis carreras y ha sido segundo en las otras tres. Además, ha logrado la victoria número 100 del fabricante francés de neumáticos Michelin en la Fórmula Uno.
Alonso había participado anteriormente en cuatro ocasiones en Canadá y nunca había subido al podio, ayer lo hizo a lo grande, en el primer peldaño en una nueva demostración de que es el número uno y dispone del mejor coche de cuantos compiten en el certamen. El piloto ovetense tuvo pegado a su alerón trasero a Raikkonen durante las 17 primeras vueltas. El escandinavo incluso estuvo a punto de superar al español en la vuelta 11, pero éste cerró toda opción en la llegada a la variante anterior a la recta de meta. A partir de entonces, el español fue poco a poco aumentado su ventaja sobre Raikkonen, pero ésta no llegaba a ser lo suficientemente grande como para dar un respiro a Alonso, que llegó líder a su primer repostaje, en la vuelta 23.
Raikkonen se detuvo una más tarde y se generó la incertidumbre de saber si regresaría por delante. Pero las dudas las disipó el mecánico encargado de apretar la tuerca de sujeción de la rueda trasera derecha del coche del finlandés, que alargó más de lo planeado la primera parada. Los repostajes fueron una pesadilla para Raikkonen, ya que en el segundo, esta vez por su culpa, se caló el motor de su monoplaza, con lo que sus únicas opciones, que estaban en las paradas, se esfumaron de dos plumazos. Alonso amasó ya una ventaja que le permitió rodar holgadamente destacado, hasta que a falta de diez vueltas apareció el safety-car por un accidente del canadiense Jacques Villeneuve (BMW Sauber), que chocó violentamente contra el muro de la séptima curva.
Se redujo drásticamente la ventaja, aunque no lo suficiente como para poner en peligro la victoria de Alonso. El más beneficiado fue Michael Schumacher, que se acercó de nuevo a Raikkonen hasta que sacó partido de una pasada de frenada de éste para superarlo cuando faltaba una vuelta para el final.