Raimundo Fitero
¿Qué me pasa?
¿Estudio 1, sí o no? De entrada, sí, pero quizás deberíamos hablar de las condiciones. Y no sé si estoy entrecruzado, mezclando las pasiones, como si estuviera pasando por una crisis bipolar indefinida. Teatralmente diría que no. Televisivamente diría que sí, pero con reservas. ¿Y por qué, si digo sí, pongo reservas, y si digo no, me pongo aseverativo? Por la contradicción absoluta que significa teatro y televisión. Pero no solamente por ello. No sé si saldré de mi propio laberinto. Me parece extraordinario que pese a todas las reticencias fundamentalistas teatrales, la primera estatal haya optado por colocar de nuevo “Estudio 1”, y lo haga en la noche del sábado de verano, en buen horario. Otra duda metódica. ¿La noche de los sábados de verano es buena noche televisiva? Sigamos; sea cual sea el resultado de audiencia, la apuesta la aplaudimos. Es más, las dos últimas entregas han sido “El jardín de los cerezos” de Chéjov y “Escuadra hacia la muerte” de Alfonso Sastre. Buena elección de títulos, no van por ahí mis reservas. El reparto de la obra de Chéjov me pareció adecuado y excelente, todos y cada uno estaban muy ajustados al conjunto, daban los tipos, desentrañaban bien sus personajes, declamaban con buena dicción. Pero algo me descolocaba: el propio lenguaje televisivo, la iluminación, el color, los planos y contraplanos, “la mentira” que se me acumulaba por encima de la verdad del texto y los actores. Lo sé, me lo estoy haciendo mirar por mi terapeuta, pero lo cuento precisamente por su prescripción. ¿Qué decir de “Escuadra hacia la muerte” de Sastre que vimos este sábado? Pues que la contextualización no me gustaba, que el lenguaje televisivo me pareció flojito, que cada vez que veía la simulación de desierto me entraban ganas de pasarme a “Salsa rosa”, que el tono interpretativo me pareció bajo y así sucesivamente. Y quiero añadir algo más, el realizador y adaptador, Raúl Hernández Garrido, es un autor dramático relevante, una persona excelente que seguro trabajó con todo el amor posible, pero ¿logró el acierto? Que siga “Estudio 1”, pero reflexionemos un poco más para que pueda tener más larga y profunda trayectoria en la parrilla.
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