Oriente Medio en llamas
Un coordinador de la ONU califica de «espantosa» la devastación de Beirut
El secretario adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Jan Egeland, visitó ayer Beirut y condenó enérgicamente los bombardeos de Israel. Tanto Egeland como ACNUR exigieron a Israel que abra un «corredor humanitario» para mejorar la cada vez más precaria situación del medio millón de refugiados y desplazados libaneses.
BEIRUT
El secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Jan Egeland, calificó de «espantoso» el estado en que ha quedado Beirut debido a los continuos bombardeos israelíes. Egeland condenó duramente la respuesta «desproporcionada» de Israel, a quien acusó de «violar las leyes internacionales humanitarias». El responsable de la ONU se quejó de que Israel no haya cumplido su compromiso de facilitar la entrada y la distribución de ayuda humanitaria a los miles de desplazados y refugiados libaneses. Estas personas necesitan ayuda urgente, pero para ello «necesitamos un acceso seguro», dijo. «De momento, Israel no nos procura ese acceso», denunció. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) se sumó a la preocupación de Egeland. Esta agencia de la ONU informa en una nota de que ahora su personal en la región está comprando material para los refugiados en la zona, pero el creciente número de personas que van hacia las montañas huyendo de los ataques israelíes hacen que las necesidades sean mucho mayores y que esos productos se tengan que adquirir fuera del país. El director de ACNUR para la zona, Ekber Menemencioglu, señaló que «la tragedia es que esos abastecimientos están en Siria y la pregunta es cómo los vamos a conseguir. Si las carreteras, tal como parece, están inservibles, vamos a tener que llevar ese material vía Chipre». La misma fuente indicó que en la noche del pasado viernes llegó a Damasco un convoy con 500 tiendas de campaña, 20.000 colchones y otras 20.000 mantas, y que ese material «está a la espera de que se de luz verde a un corredor humanitario (desde Damasco) hacia el Líbano». Según la agencia de la ONU, en la región de Aley, en el norte de Beirut, hay 38.000 desplazados viviendo en las escuelas, aunque el total de personas en esa situación en esa zona supera los 80.000, de los que muchos están siendo albergados por familiares o amigos. «En las escuelas, la gente está traumatizada y con síndrome de ansiedad ya que las condiciones son muy precarias», señaló Arafat Jamal, representante de ACNUR. En las escuelas y los albergues hay exceso de población, «en algunos casos tres familias comparten una habitación», señaló. ACNUR indicó que la comida que había almacenada en las escuelas se está acabando. «Es muy frustrante que se tengan toneladas de abastecimientos en los almacenes regionales y que no los podamos distribuir», agregaron las fuentes. Según los cálculos de la organización, el ritmo de llegada de personas desplazadas a Siria es muy alto, ya que cada cinco minutos cruzan la frontera una media de 20 coches, lo que supone una entrada diaria de unas 12.000 personas, principalmente por los puestos fronterizos de Al Aridha y Daboussia.
Refugiados de Irak y Sudán, atrapados
GARA
BEIRUT Cerca de 22.000 refugiados y solicitantes de asilo se encuentran atrapados en Líbano debido a los ataques israelíes la mayoría de Irak, Sudán y Somalia, según informó ACNUR, que manifestó además su preocupación por la seguridad de estas personas. «Ha habido una manifestación a las puertas de nuestras oficinas en Beirut de algunas de estas personas que están asustadas, incluidos los trabajadores emigrantes que han quedado varados, y nos han pedido que les consigamos sitio en los barcos que parten hacia Chipre», informó el director regional de esta agencia de la ONU, Ekber Menemencioglu. «Les estamos ayudando con sus necesidades inmediatas trasladándoles a campamentos, donde pueden tener un techo y paquetes de alimentos». Fuentes de la Embajada iraquí confirmaron que 3.000 iraquíes están registrados en Líbano, pero el número real estimado es de unos 21.000. Por el momento, sólo 250 iraquíes han salido de Líbano. La misma fuente aseguró que las autoridades libanesas están permitiendo a los iraquíes sin papeles cruzar la frontera con Siria. Israel viola los acuerdos de Ginebra, según un
informe de EEUU
GARA
ATLANTA La mayor parte de los cerca de 400 libaneses que han perdido la vida desde que el pasado 12 de julio el Ejército israelí lanzase una ofensiva militar contra el sur de Líbano pertenecía al sector civil, según denuncia un informe de la Universidad de Atlanta (EEUU). El grupo de estudios recuerda que la matanza de civiles en el contexto de un conflicto armado no es un acto de autodefensa y que el destrozo de la infraestructura de un país no es una medida válida. «Ignorando la legislación internacional y la Convención de Ginebra de 1949, el Ejército israelí continúa bombardeando áreas civiles en Líbano». Según definen la Convención de 1949 y los Protocolos de 1977, «civiles» son «todos aquellos que no participan de manera activa en un conflicto armado». Además, las ofensivas aéreas han destrozado cientos de puentes, caminos y carreteras, así como estaciones de agua. Estas acciones, unidas al «asesinato» de civiles, son «actos deliberados de terrorismo», según el artículo 33 de la Convención. Asimismo, el artículo 48 del protocolo I establece que «la presencia en la población civil de individuos que no encajan con la definición de civiles no priva a la población de su carácter civil». Por tanto, la presencia de objetivos militares en zonas civiles de Beirut y otras ciudades del sur de Líbano no convierte estas zonas en objetivos militares aceptables, afirma el estudio. Sin miedo al castigo Según denuncia la Universidad de Atlanta, «el índice más alto de víctimas mortales fruto de la ofensiva israelí está constituido por civiles, incluidas mujeres, niños y ancianos». «Esta ha sido siempre la política israelí, acercarse a los problemas usando la fuerza militar, sin miedo a la presión o condena internacional», aseguran. «La máquina de guerra israelí está destrozando la infraestructura libanesa, incluidas fundaciones y sedes que podrían ayudar a los civiles a sobrevivir a este ataque», concluye el grupo de estudios.
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