Aseguran que el estrés crónico acelera el cáncer ovárico
WASHINGTON
Un grupo de científicos estadounidenses ha descubierto que el estrés crónico acelera el cáncer ovárico, pero ese efecto puede ser neutralizado mediante un medicamento contra enfermedades cardíacas. En un informe publicado ayer por la revista “Nature Medicine”, los científicos del Centro Oncológico Andersen de la Universidad de Texas señalan que existe una relación contrastable entre el estrés y los procesos biológicos que aumentan el crecimiento y la propagación de tumores. En pruebas realizadas con ratones, los investigadores indican que las hormonas del estrés se adhieren a los receptores de las células tumorales y estimulan el crecimiento capilar y otros factores que hacen que el cáncer sea más agresivo. «Este estudio proporciona nuevos conocimientos sobre la forma en que el estrés crónico y los factores de ese estrés promueven el crecimiento de los tumores», aseguró Anil Sood, profesor de oncología ginecológica. En su investigación, los científicos bloquearon los receptores de la hormona del estrés con «bloqueador beta», llamado propranol, con el que neutralizaron los efectos del estrés sobre el crecimiento tumoral. «El concepto de los receptores hormonales del estrés y su influencia sobre el crecimiento del cáncer es muy nuevo», manifestó Soo, director del estudio. «Hasta ahora no se sabía mucho sobre la expresión de estos receptores en el cáncer y, lo que es más importante, si tenían alguna importancia funcional. Nuestras conclusiones han abierto un nuevo campo en la investigación», añadió.
Un fármaco peligroso
Gleevec, un fármaco hasta ahora considerado milagroso en la lucha contra el cáncer, puede ser peligroso para el corazón, según un estudio de científicos del Colegio Médico Jefferson de Filadelfia, publicado ayer. Los investigadores indicaron que los problemas cardíacos también podrían deberse a otros medicamentos que tienen como ingrediente básico inhibidores de tirosina quinasa. El grupo de científicos indicó que los estudios realizados en ratones y en cultivos de células cardíacas han constatado que Gleevec es el causante de los problemas. El estudio fue realizado después de que diez pacientes de leucemia mielógena crónica desarrollaron congestiones cardíacas graves.
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