En el podio final de París los únicos que repitieron, además de Kloden, que ya fue segundo en el 2004, fueron McEwen como ganador de su tercer maillot verde en los tres últimos años pares, y Rasmussen, al que le valió su exhibición camino de la Toussuire para revalidar el maillot de la montaña que había conseguido el Tour anterior.A la hora de valorar para GARAsu actuación en la prueba, el esprinter australiano manifiesta que «el final de la carrera se me ha hecho muy difícil, cada vez más duro. Al final de las dos primeras semanas estábamos muy cansados y nos quedaba en la tercera unas etapas de montaña muy difíciles. Mi táctica de carrera ha sido ganar etapas y puntos para el maillot verde en las dos primeras y defenderlo a partir de ahí con la intención de ganar la última etapa en los Campos Elíseos. Era una forma bonita de acabar el Tour levantando los brazos con el maillot verde».
No pudo hacerlo porque Hushovd lo evitó, pero las tres etapas y el maillot verde unido a las tres del Giro le llevan a sentirse satisfecho con su temporada: «Este año ha sido muy bueno al ganar tres etapas en cada una de las dos grandes y en este momento me planteo correr la Vuelta para conseguir ganar etapas en las tres grandes en una misma temporada por vez primera».
Descarta salir a disputar el campeonato del mundo porque «mi temporada es muy larga. Llevo corriendo y entrenándome fuerte desde principio de año y no puedo tener energías para disputar el Mundial con corredores que preparan esa carrera con mucha dedicación».
Cuando se le plantea si sus tres triunfos del Giro y los tres del Tour le confirman como el mejor esprinter del momento señala que «si eres el que más ganas eres el mejor sprinter del momento. En el Giro creo que lo fui e hice una gran carrera y para mí es muy importante ganar tres etapas y este maillot en el Tour».
La peticion a Breukink
Si McEwen tuvo el maillot verde sentenciado para las dos primeras semanas, Michael Rasmussen tuvo que esperar a la penúltima etapa de montaña para poder optar a él ya que Erik Breukink le pidió que hasta entonces trabajara para Menchov con la intención de ganar el Tour con el corredor ruso afincado en Iruñea, lo que motivó que trascendieran discrepancias internas entre ambos corredores.
Tras su exhibición camino de La Toussuire, Rasmussen señaló a los periodistas que «yo he trabajado para Menchov hasta la etapa de Alpe d’Huez. Como todo el equipo corríamos para conseguir el maillot amarillo, pero tras esa etapa en la que Menchov quedó descolgado hablé con Erik Breukink y le pedí que cambiara de táctica y me dejara hacer mi carrera. El 90% de todo el trabajo de la temporada estaba enfocado a dar mi mejor nivel en esas tres etapas de los Alpes».
Tuvo el consentimiento de su director para escaparse y realizó una exhibición como la del año pasado. Correr en solitario por las montañas no es nada raro para un ciclista procedente del mountain bike que llegó a ser campeón del mundo en 1999 y en ese momento se le planteó la necesidad de elegir entre la BTTy la ruta. «Desde que era niño yo estaba fascinado por lo que hacía Bernard Hinault en el Tour y les dije a mis padres con cinco años que quería ser ciclista profesional. Con ocho años en una pequeña entrevista que me hizo un periodista le dije que en el 2000 querría correr el Tour. He tardado cuatro años más porque aunque empecé a correr en carretera, probé con la de montaña como entrenamiento, pero me iba tan bien que seguía ahí. La BTT estaba en un momento muy bueno y me ofrecieron buenos contratos como profesional, pero el corazón me dijo que tenía que volver a la carretera».
Así fue fichado por CSCy de ahí pasó a Rabobank, donde ha destacado en las últimas temporadas hasta el punto de convertirse en el mejor escalador del Tour durante dos años. El pasado estuvo en plaza de podio hasta su rocambolesca crono final en la que pasó casi tanto tiempo en el suelo como en la bici. «Este año por lo menos no me he caído de la bici», bromeó el danés sobe su mayor defecto. -