El PSOE da largas a las demandas para que los presos políticos vascos sean repatriados
Cinco meses después de la entrada en vigor del alto el fuego por parte de ETA, los gobiernos español y francés mantienen inalterada su política penitenciaria. Agentes políticos, sindicales y so- ciales reclaman sin cesar al Gobierno español el fin de la dispersión y que los prisioneros vascos sean acercados a Euskal Herria. En respuesta, el PSOE sigue dando largas. Primero fue la verificación. Luego se filtró la legalización de Batasuna como condición. Ayer, el secretario general del PSOE en el Congreso señaló que este tema se tratará en una situación política «que ya sea normal».
DONOSTIA
La dispersión de los presos políticos vascos es un as que el Gobierno del PSOE guarda en la manga y que, al parecer, no piensa poner en juego mientras no se vea obligado a ello. Ante la continuas demandas de la ciudadanía vasca y de agentes políticos, sindicales y sociales para que los prisioneros sean repatriados, los diferentes representantes del partido que lidera Rodríguez Zapatero responden con evasivas y echando balones fuera.Ayer fue el turno del secretario general del Grupo Socialista en el Congreso de Madrid, Julio Villarrubia, quien reclamó «prudencia» y opinó que este asunto deberá ponerse sobre la mesa «cuando se avance más». Villarrubia no dudó en reconocer que el derecho de los presos a estar cerca de sus familiares esta recogido en la Cons- titución española y en la Ley Orgánica General Penitenciaria. «En una situación que ya sea normal, me parecerá, hablo de futuro, un tema más que razonable. A fecha de hoy, no me pronuncio al respecto», señaló. Su compañero de partido y alcalde de Donostia, Odón Elorza, apuntó que «el elemento clave» será el inicio de los encuentros entre el Ejecutivo español y ETA. «Esperemos que ese encuentro, si no se ha producido, se produzca ya. Quizá en ese momento, tras esa reunión, sea la coyuntura, el momento adecuado, para realmente plan- tearse medidas que conlleven un avance serio en ese proceso de paz. El avance tiene que ir también acompañado en su momento, tras esa reunión entre las dos partes, de medidas en relación con la situación de los presos de ETA», manifestó.
«Humanizar la situación»
Elorza mostró su deseo de que ese diálogo «vaya bien», para que «continúe la paz y la esperanza, se humanice la situación de los presos en lo posible, se siga manteniendo más vivamente el recuerdo de las víctimas del terrorismo y se camine con garantías en la legalización de Batasuna».Por su parte, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, no llegó a revelar si se han producido encuentros con la organización armada tras el anuncio del 30 de junio por parte de Zapatero, pero manifestó que «se ha abierto un proceso de diálogo, de acuerdo con la comunicación que hizo el presidente del Gobierno y, por tanto, todos confiamos en que ese proceso conduzca al final del terrorismo y de la violencia». Desde el PNV, su presidente Josu Jon Imaz volvió a insistir por tercera jornada casi consecutiva en su deseo de que «a corto plazo» se produzca un acercamiento de presos, al tiempo que rechazó la posibilidad de ligar este tema con la legalización de Batasuna, tal y como publicó “El País”. «No tiene ningún sentido y, afortunadamente, yo no he oído a nadie que haya confirmado eso. Sería lamentable hacer algún tipo de unión entre ambos temas; por lo menos, nosotros no lo admitiríamos», aseguró el máximo dirigente del Euzkadi Buru Batzar en una entrevista radiofónica.
Aznar, en dos meses
Cuando se acaban de cumplir cinco meses desde la entrada en vigor del alto el fuego por parte de ETA, Imaz recordó que, en 1998, el Gobierno que entonces presidía José María Aznar puso en marcha algunos movimientos en la política penitenciaria «a los dos meses de anunciarse el alto el fuego».«Impulsó y negoció una resolución en el Congreso donde se reivindicaba una política penitenciaria dinámica, consensuada y progresista para ayudar al proceso de paz», subrayó el presidente del PNV antes de aseverar que «si fue necesario entonces y si se dio ese paso adelante entonces, hoy en día se tendría que dar también». No obstante, Imaz rechazó que los presos puedan tener algún papel en el proceso porque «son ciudadanos que están pagando en la cárcel el castigo de los delitos que han cometido» y porque «la voluntad de los ciudadanos la representan los agentes políticos».
Del Burgo: «Resulta patético»
Jaime Ignacio del Burgo, diputado de UPN en el Congreso, señaló respecto a las palabras de Imaz que «resulta patético que el PNV se preocupe ahora por buscar soluciones para aplacar a Batasuna, cuando precisamente está deseando pactar con ella. No se resigna a hacer de segundón en todo este proceso y ha decidido ser el apoderado de ETA, que es Batasuna». El coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta, mostró su esperanza en que el Gobierno español anuncie en setiembre una revisión de su política penitenciaria. A su juicio, los cambios deberían darse «tanto en el acercamiento» como en la situación de los que han cumplido las tres cuartas partes o están enfermos. En declaraciones a Europa Press, remarcó en que la dispersión «es una pena añadida» y apuntó que «todo proceso de paz», en cualquier lugar, ha de finalizar sin presos políticos y «con la reparación de todas las consecuencias y víctimas de la violencia». En dos meses, de las palabras de Pastor al
titular de «El País»
El pasado 23 de junio, el portavoz del PSE en el Parlamento de Gasteiz, José Antonio Pastor, apuntaba que «una vez que se inicie el diálogo y se verifique que el alto el fuego es real y serio, lo previsible es que se empiecen a hacer movimientos» en torno a los presos. Pastor llegó incluso a augurar que el acercamiento se pondría en marcha en verano «si el proceso de paz va bien». Días después, José Luis Rodríguez daba por «verificado» el cese de la actividad de ETA y anunciaba el inicio de conversaciones con la organización armada. Dos meses más tarde, el rotativo «El País», citando fuentes del Ejecutivo español, abría su edición del 23 de agosto asegurando que «El Gobierno descarta el acercamiento de presos hasta que Batasuna se legalice». En junio, la condición era la «verificación». En agosto, la «legalización». -
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