Raimundo Fitero
Leyendas
Solamente les faltaba a los productores y propagandistas de las series CSI agrandar su leyenda con asuntos colaterales a las propias tramas que nos presentan en sus entregas de las series. Resulta que en dos rodajes, uno de un capítulo de la serie de Miami y otro de la de Nueva York, los equipos han descubierto unos cadáveres. Unos cadáveres de verdad, unos fiambres, ajenos a la ficción que ellos estaban intentando plasmar, lo que añade un hálito de misterio a la propia serie. Si esto crece, la leyenda será fantástica y hasta podrán hacer capítulos que se basen en los hechos reales acontecidos mientras intentaban hacer realidad una ficción.Y es que para rodar un capítulo en exteriores, se deben acotar territorios, y se hace con uso de policías de verdad. En uno de ellos de los de Miami estaba un helicóptero sobrevolando la zona de rodaje cuando vieron un bulto flotando y se trataba de un cadáver. Inmediatamente se sobrepusieron dos realidades policiacas, la de verdad, la de los policías a sueldo del estado y la de mentiras, la de los de criminalística, policías a sueldo del productor de Hollywood. Dos realidades que se podrían haber filmado, y nadie lo niega, para entender que los de verdad no tienen esos cepillos mágicos, ni esos productos químicos tan maravillosos que proporciona tantos datos. Si los chicos del CSI cogieran el caso del cadáver flotando, ¿por dónde empezarían? Desalojarían la zona y empezarían a mirar con sus linternas a modo de espadas láser. Los otros policías, pidieron autógrafos a los policías de ficción y siguieron con su expediente rutinario. En el rodaje del capítulo correspondiente al CSI de Nueva Cork, que por cierto no acaba de entrarme con la facilidad que los otros dos, se encontraron en una localización un cadáver momificado. Vale. Las hipótesis se agrandan. Pero sigue siendo material de investigación para estos departamentos de químicos e informáticos, no para los patrulleros de porra y gafas de vaquero. De seguir a este ritmo tienen material espectacular para comercializar los “así se hizo”, que serían otra suerte de serie, con sus misterios, secretos y procesos de investigación. Un dos por uno. -
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